Chevelle

2021. Epic

Con más de 25 años de trayectoria, donde cinco de ellos fueron un hiatus, Chevelle está de vuelta con un nuevo trabajo discográfico que los lleva de vuelta a su raíz como formación, un regreso del dúo de los hermanos Loeffler. Bajo el nombre de “Niratias”, acrónimo para Nothing is real and this is a simulation, es que llega el noveno álbum de los estadounidenses y el cual nos invita a explorar el espacio a través de la ciencia, la realidad y el tiempo.

‘Verruckt’, la instrumental designada para dar inicio a este viaje, es un trabajo quizás algo inusual para la banda. Una pista que a punta de nada más que melodías en guitarra, sostenidas por los puntales de la batería y la línea de bajo, logra contar una historia que a pesar de prescindir de palabra y voz alguna logra transmitir a la perfección el concepto de este trabajo de buenas a primeras, ambientandonos así en las ideas que nos presenta este dúo. Un preámbulo interesante para adentrarnos en su visión del espacio. Y nos preparamos para despedirnos de la Tierra junto a ‘So Long, Mother Earth’, canción que llega a representar el despegue definitivo de este disco. Un riff de una figura y sonido ya conocido por cualquier seguidor del metal o el rock en general que, sin buscar protagonismo, logra que el pattern de batería sea quien entrega la dinámica diferente en la primera sección de esta canción, donde a medida que los segundos avanzan se va saturando de una atmósfera de aflicción producto del avance de las palabras en su lírica en sus casi cinco minutos de duración. Creo que es el momento perfecto de recordar que este álbum se compone básicamente de una guitarra, bajo y batería, un power trío que acompaña la melancólica voz de Pete en cada pista, algo a destacar ya que el proceso de grabación, mezcla y producción en general de este disco se lleva las palmas al entregar un sonido grueso y sin vacío alguno, sin carencias, solo un viaje espeso por el espectro sonoro de cada una de sus canciones.

‘Mars Simula’ es una parada definitiva dentro de esta constelación de canciones. Directa y al hueso entrega un sonido crudo acorde a la sinceridad de sus palabras con respecto al gozo que significa dejar atrás nuestro planeta y sus habitantes. Le continúa ‘Sleep The Deep’, canción que hace juicio a su nombre junto a una pista instrumental que llega a calmar la tempestad de su antecesora, casi como adentrarse en el hipersueño de un viaje interestelar. Pero esta serenidad se ve súbitamente interrumpida por la agresiva aparición de ‘Self Destructor’. Elegida como uno de los singles promocionales de esta entrega, es una de las canciones más largas de la placa con casi seis minutos de duración, donde la mezcla instrumental junto a la potencia desgarradora en la voz de Pete logran una sintonía eficaz que de seguro no dejará indiferente al oyente. Melodías cuidadosamente escogidas para interpretar el coro, junto a memorables líneas de guitarra acompañadas y potenciadas por la batería son algo de lo que ostenta esta pista, cuyo viaje culmina en una suave melodía de piano.

‘Piistol Star (Gravity Heals)’, un riff de guitarra y movimientos de batería que hacen claro homenaje a los 90 junto a una interpretación vocal arraigada en la misma década, hacen de esta pista otra de las paradas imperdibles en este álbum. Destacando por ser un sonido quizás nunca antes escuchado por parte de los estadounidenses, esta se encuentra sin discusión en la lucha por el título de las mejores piezas de este álbum e incluso de su carrera. Luego están ‘VVurmhole’ y ‘Test Test... Enough’, siendo la primera una especie de pasaje que conecta dos canciones, mientras la segunda hace las veces de un llamado en base a una guitarra cargada de delay y unas cuantas frases cantadas en medio del fantasma distorsionado de las seis cuerdas. Un llamado de poco más de dos minutos que parece no ser respondido. ‘Peach’, el segundo single promocional de esta placa, es dueña de una intensidad cautivadora y muy distintiva, un desplante que propone otro viaje a lo mejor de finales de los 90 y principios del nuevo milenio.  Una descripción desde donde perfectamente se podría encasillar ‘Endlessly’, esta vez desde la vereda de lo acústico. Arraigada en una calma cautivadora, donde el protagonismo lo toma el juego de voces que se va desatando a lo largo de la pista, es necesario hacer hincapié en lo instrumental, ya que es la pista de este álbum donde más se da el espacio al uso de sonidos que quedan por fuera del power trío. Una propuesta refrescante dentro del setlist que compone este trabajo.

Si hay algo que en una primera repasada destaca fuertemente en este disco, es la simplicidad pero potente eficacia de sus guitarras. Claro ejemplo de esto es ‘Remember When’, un track que brinda un sentimiento de nostalgia no solo por su letra, sino que también por ese sonido particular de trabajos de antaño del conjunto. Ya en la recta final, y de la mano de ‘Ghost and Razor’, es que repasamos una de las canciones más pesadas de la placa, canción en la cual es ya inevitable ignorar alguna influencia de Tool pero donde solo toman lo mejor de estos para combinarlo con su propia marca. ‘Lost in Digital Woods’ tiene la tarea de dar por finalizado este noveno trabajo discográfico de los hermanos Loeffler. Casi una poesía acompañada simplemente de unos acordes al piano, esta pista posee al cierre una guitarra que se pierde entre el delay y el reverb, una última señal que da cuenta de cómo todo se pierde en el infinito,  un último pasaje que da por finalizada esta simulación con la que el dúo de hermanos nos llevó de paseo al espacio.

La novena y más reciente placa de Chevelle da cuenta de la experiencia que han ganado en estos más de 25 años. Una trayectoria que se ve reflejada en las 13 canciones que componen este viaje de exploración al espacio llamado “Niratias”, un viaje donde la mayoría de sus pasajes nos entrega una duración por sobre los cuatro minutos cada una, por lo que buena música hay para largo. Es un disco que cuenta una historia, que engancha desde que se le da play y no queda nada más que escucharlo y disfrutarlo. «Ex astris, musicorum».

Fernanda Hein

Tags

#Chevelle

# Niratias