Pentagram Chile en Lemmy Bar

Siempre es importante que se abran nuevos espacios para la escena metalera y en ese sentido Lemmy bar, con tan sólo un mes de vida, se erige como una interesante apuesta ubicada en el punto neurálgico de la bohemia santiaguina, un proyecto diseñado por conocidos actores de la escena nacional, que se la están jugando con todo por albergar eventos de carácter local, tal como lo ocurrido la noche de este viernes, donde destacadas agrupaciones se dieron citas en un show de carácter intergeneracional.
La cantidad de gente que pululaba por las afueras del bar era considerable, incluso antes del inicio del show y a los pocos minutos definitivamente el número sobrepasó las expectativas de muchos que esperaban ver un show más íntimo. Un lleno total, que por otro lado hizo invivible la estancia dentro del recinto, pues la temperatura producida por la escasa ventilación al interior, sobrepasaba el umbral de lo humanamente tolerable.
A las 23:00 hrs y con una partida en falso, Cabrío abría la noche, banda liderada por Andrés Marchant, el famoso Chancho Cabrío, ex vocalista de los míticos Necrosis, que hoy se aventura por una apuesta más enérgica en lo musical, con una interesante puesta en escena y un sonido más cercano al metal europeo, que contempla melodiosas armonías mezcladas con riff más pesados que evocan algo del sonido de Gotemburgo con tintes modernos. Una interesante propuesta, que se fue intensificando hasta terminar con los primeros mosh de la noche. A esas alturas, la temperatura lentamente comenzaba a subir.
En el intertanto cervezas, tragos y platos de comidas, animaban una agradable tertulia, los integrantes de Pentagram siempre dispuestos, regalando fotos y autógrafos a sus fans, creaban un ambiente de mucha camaradería y regocijo, pese a algunos altercados menores al final de la jornada.
Cercano a la medianoche, era el turno de la joven agrupación Ripper, una promesa nacional que poco a poco se va consolidando como una de las mejores bandas de metal en el país, un producto de exportación que no dejo ningún manto de dudas del por qué su inclusión en la parrilla. Experiment Of Existence, su última producción, es una muestra más que clara de su calidad musical, la que sin embargo en vivo se ve ampliada con una puesta en escena brutal, un thrash/ death al más puro estilo de la vieja escuela, recordando algo del Sepultura de fines de los ochentas, pero con toques de su propia cosecha, que hacen que su puesta en escena sea sencillamente alucinante. Agrupación que le queda mucho camino por recorrer, el cual naturalmente seguirá cosechando éxitos, y esta presentación fue un paso adelante que pavimentará el futuro alentador que les depara si mantienen el nivel mostrado.
Creo que la presentación de Pentagram, ha sido lo más cercano a estar en el infierno mismo, no tan sólo por el demoledor sonido y ambiente que crean esos diabólicos acordes, sino por el infernal calor del lugar, el cual Anton señaló y agradeció a aquellos acérrimos que soportaron las altas temperaturas. Lo anterior, tiene solo una explicación; la pasión irrestricta hacia una banda de culto que en cada concierto se entrega al máximo, dando lo mejor de sí pese a cualquier adversidad.
Desde un inicio con The Malefice, el concierto, fue una seguidilla de certeros hits directos al hueso y sin lugar a duda, los favoritos de la fanaticada. La presentación fue de una intensidad arrolladora, una verdadera tromba sonora acompañada por el ya citado calor infernal, que mantuvo a la banda extremando recursos sobre el escenario. Pese a ello, el ímpetu por entregar un show de la más alta calidad, llevó a Pentagram a mantener su rigurosidad musical tan característica, gracias a un set list que continuaba devastando a los espectadores, Spell of the Pentagram hacía catarsis en el público junto a temas que mezclaban el clásico repertorio de temas como Demented, Profaner entrelazándose con La Fiura o The Death of Satan, incluso con aquel solitario tema del Split junto a Unaussprechlichen Kulten, Ritual Human Sacrifice, lo que acrecentaba aún más la siniestra atmósfera creada por su sacrílega presentación.
El cierre con Fatal Predictions y posteriormente Demoniac Posession, no es un secreto para nadie e increíblemente el público mantuvo la efusividad hasta el final, lo que definitivamente deja en claro que Pentagram, sigue siendo de las bandas longevas más queridas en nuestro territorio. Finalmente, 5 estrellas para Lemmy Bar, una excelente locación que está otorgando ese apoyo tan esquivo para las agrupaciones chilenas de metal (tanto consolidadas como emergentes), lo cual es un impulso para una escena caracterizada por su excelente calidad, definitivamente un imperdible dentro del tour rockero santiaguino, que esperemos mantenga esta política de privilegiar eventos de carácter nacional.
Maximiliano Sánchez
Fotos: Juan Pablo Maralla
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