H2O en Chile: Aún aquí

Miércoles 14 de septiembre de 2016
Kmasú Premiere
Still here corea Toby Morse sobre el escenario del Espacio Kmasú. Abajo, en lo que podría llamarse cancha, una masa humana replica con más fuerzas ese enunciado. Aún aquí, es la traducción al español de esas dos palabras, un adverbio de tiempo y otro de lugar que representan la historia y las convicciones de la banda neoyorquina que está presentándose por cuarta vez en Chile.
Aún aquí también representa a los grupos chilenos que tocaron primero. En Mi Defensa, que a mediados de la década pasada contribuyó a revitalizar el hardcore en Chile y hoy sirve de ejemplo para decenas de chicos que se animan por primera vez a sujetar una guitarra y empezar a cantar, a exclamar sus ideas, sus temores y sus esperanzas. Hace diez años compartieron escena en el debut de H2O en nuestro país. En ese entonces eran una novel banda que daba sus primeros pasos por los circuitos subterráneos de Santiago. Hoy son un grupo consolidado, lo que reafirmaron ayer con una sólida presentación.
Luego fue el turno de los veteranos de Común y Corriente. Pasan los años, se renueva el público, cambian los locales donde se realizan shows, surgen nuevas tendencias y sonidos dentro del hardcore, y ellos permanecen, como reza la canción de H2O, aún aquí, tocando con la mismas ganas que cuando debutaron en 1997 en el aniversario de un liceo ubicado en Recoleta, con la misma ética de siempre, gritando y escupiendo palabras que hablan de convicción, de lealtad, de la calle y de las luchas que cotidianamente enfrentan las personas para superar las adversidades que depara la vida. Siguen aquí, como lo continúa estando Silencio Absoluto, uno de los grupos que asentó las primeras piedras del hardcore en Chile a comienzos de los noventa, cuando no había nada más que motivación, sin importar los errores, las caídas y las frustraciones, que se transformara en un espacio alternativo a la movida rockera que, en ese entonces, era grito y plata gracias a la participación de los sellos multinacionales, que no perdían oportunidades para acrecentar su lucrativo negocio. Hace un par de años decidieron reunirse para regrabar temas antiguos y, desde entonces, han tenido un regreso activo a los escenarios.
No importa que un grueso porcentaje del público por motivos generacionales no los conozca, no importa que el muchos de sus pares de antaño estén en otra. Ellos, como lo dejaron claro en la Kmasú siguen estando, tocando, con ideas claras, con contenido, invitando a la reflexión y la acción.
Aún aquí continúan estando también las cerca de setecientas personas que llegaron al recinto emplazado en Blanco Encalada. Algunos de ellos llevan años en la movida, otros entraron hace menos tiempo. Algunos se adentraron al hardcore en la Quinta Ecuador, en la Cimarrón, otros lo hicieron más tarde, en la Laberinto, en la Rockola, en la Entrenoss, en el Piraña o en la Gota. Probablemente hay muchos que se adentraron a la escena hace menos tiempo. Algunos estuvieron en el debut de H2O hace diez años, otros, quizás, los presencian por primera vez. Pero las diferencias son irrisorias, porque los elementos en común son más relevantes. Todos están ahí, en ese recinto, haciendo el aguante a cuatro bandas y a los organizadores del show que creen que la autogestión, el hazlo tú mismo, el respeto, la unión y la tolerancia no son sólo clichés, sino que son los pilares en los que se debe sostener este espacio subterráneo.
El público corre de manera incesante formando un círculo que parece no detenerse nunca desde que comienzan a sonar los primeros acordes de Black Sheep, corte inicial del último disco de H2O, Use Your Voice y que fue el escogido para abrir el show, seguido inmediatamente de 1995. El circle pit se acrecienta con ese clásico del Thicker Than Water llamado EverReady, pero adquiere aún mayores dimensiones cuando Morse y compañía ejecutan la hímnica One Life, One Chance, frase que varios de los asistentes llevan tatuadas en sus pechos, espaldas o antebrazos, porque al igual que Morse, coinciden en que nadie dijo que iba a ser fácil y no tengo miedo a intentarlo. Y aunque tenga todas las probabilidades en mi contra, yo voy a tener que pelear. Una vida, una oportunidad.
H2O es un grupo orgulloso de sus raíces y así lo deja en claro con Family Tree, una de las primeras canciones escritas por Toby Morse, luego que se animara a crear una banda tras compartir en la carretera con Sick of It All como roadie durante un tiempo. En los shows de este grupo son varias las referencias que les hacen a sus influencias, por eso no extraña que como interludio de esta canción toquen algunos fragmentos de Waiting Room de Fugazi.
Tras Father Figure, otros de los temas del nuevo disco, dan paso a otro de sus grandes hits, Faster Than The World, del aclamado "F.T.T.W." (1999) y que provoca una estremecedora respuesta de la fanaticada durante el coro. Fairwather Friend y Sunday son otros de los temas aplaudidos, y es que forman parte del disco, Nothing To Prove (2008) con el que H2O reposicionó su carrera tras varios años de silencio luego del incomprendido y subvalorado GO (2001) y con el que adquirió una nueva camada de seguidores.
Con 5. Yr. Plan se genera una carnicería en el mosh. Luego es el turno de Still Here, esa declaración de principios donde H2O hace explícita sus convicciones, su ética y su filosofía, seguida de Heart On My Sleeve. Guilty By Association es otro mazazo a la cabeza, fuerte, duro, implacable, pero el golpe de gracia llega con What Happened?, la canción más celebrada, coreada, saltada y mosheada de toda la noche. ¿Qué pasó con la pasión? ¿Qué pasó con la razón para gritar? ¿Qué pasó con la música y el mensaje que yo amo?. Acá están, Toby Morse, en medio de ese torbellino de gente que te quita el micrófono durante algunos segundos para cantar con fuerzas contigo.
Los stage divings cada vez comienzan a hacerse más recurrentes. Algunos intentan subirse a los andamios que afirman los parlantes para saltar de ahí al vacío esperando que las manos y brazos del público logren amortiguar el impacto.
El recital llega a su punto culmine, de eso no hay dudas. La banda se despide, para regresar rápidamente a culminar su show con Use Your Voice, Nothing To Prove y Memory Lane, canción con la que al fin se hizo justicia al olvidado Go, disco que si bien fue tocado en el debut del grupo el 2006, fue omitido del repertorio del grupo en sus dos últimos shows.
Así culminó una presentación que quizás pudo ser algo corta, pero que fue intensa y que mantuvo siempre las emociones a tope. Fue una especie de revancha luego del accidentado show de H2O el 2012, cuando una bomba lacrimógena lanzada al interior del Caupolicán puso fin abruptamente a su acto. Fue también un ejemplo a seguir por la organización que funcionó a la perfección, pero también por el comportamiento del público que se portó correctamente, entendiendo que es responsabilidad de todos cuidar estos espacios levantados exclusivamente gracias a la autogestión.
José Pedro Rossel
Fotos: Gary Go
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