Slipknot

We Are Not Your Kind

Viernes, 09 de Agosto de 2019

2019. Roadrunner

Con la perspectiva y templanza que da el tiempo, es un ejercicio sencillo corroborar que la pandilla de Iowa siempre fue una banda en constante ascenso creativo desde su debut homónimo de 1999 hasta alcanzar su cúspide con el imprescindible y espectacular “All Hope Is Gone” (2008). Luego vino “5: The Gray Chapter” que a pesar de su gran éxito comercial, ya evidenciaba un pequeño bajón de calidad en la propuesta sónica, donde la muerte del bajista Paul Gray y la expulsión del baterista Joey Jordison sin duda resintieron el sólido andamiaje que el grupo había construido. Por ello hoy, donde además se suma la polémica salida del percusionista Chris Fehn, Slipknot nos presenta “We Are Not Your Kind” (“No somos tu tipo”), título que evidencia de alguna forma que el disco no será del gusto de todos, quizás por ello la propia banda ha bautizado a esta placa como un trabajo “experimental”, rótulo que siempre es una hoja de doble filo para cualquier grupo, ya que pueden sumar nuevos adeptos a la causa pero también perder muchos fans en el camino.

Producido por el cotizado Greg Fidelman (Slayer, Metallica, System of a Down), el disco suena quizás demasiado cristalino y liviano tratándose de una banda como Slipknot, al sonido le falta empaque y empuje sobre todo en las guitarras de Mick Thomson y Jim Root pero también en la batería de Jay Weinberg, quedando muy soterrado en la mezcla el bajista Alessandro Venturella. En medio de todo ello, el que más ha salido favorecido es el cantante Corey Taylor, cuya voz siempre está destacada y al frente, permitiendo escuchar todas sus inflexiones y matices con una gran variedad de recursos. Para arrancar el disco está 'Insert Coin' una introducción bastante etérea que poco a poco se va ennegreciendo en sus melodías para explotar con el primer asalto sónico con la contundente ‘Unsainted’ uno de los singles de presentación del disco y uno de los mejores cortes de la placa. Las voces femeninas de efecto coral se fusionan muy bien al inicio del tema y sin duda esta canción en vivo ganará muchos enteros pues en estudio, como ya se dijo, le falta una cuota de agresión. ‘Birth of the Cruel’ enuncia los primeros rasgos de experimentación que circundan el disco, sonidos electro-industriales que se combinan bien con el mecanizado machaque de la banda, en un tema que por momentos puede recordar a Fear Factory. ‘Nero Forte’ es otro de los pilares del disco con riffs bastante thrash metal, por lo que uno quisiera una dosis extra de agresión en ese sonido cortante de guitarras, aunque es comprensible que también hay que dejar espacio en la mezcla para los teclados, programaciones y percusiones de Shawn Crahan, Craig Jones y Sid Wilson. ‘Critical Darling’ es un track efectivo y cumplidor, pero queda la sensación que las melodías vocales que emplea Taylor aquí ya las hemos escuchado muchas veces antes.

‘A Liar’s Funeral’ hace el quiebre en una especie de balada fúnebre que parte muy melódica pero que progresivamente va sumando peso, en un tema mucho más cercano estilísticamente a Stone Sour. ‘Red Flag’ es puro Slipknot de toda la vida y por eso destaca en su conjunto, con una precisión instrumental quirúrgica. ‘Spiders’ es otro ejercicio de experimentación interesante a mitad de camino entre Alice Cooper y Marilyn Manson; algo diferente para el grupo pero no memorable. Con ‘Orphan’, ‘My Pain’ y ‘No Long For This World’ entramos a la etapa final del disco con temas largos donde cada uno supera los seis minutos de duración, canciones que por momentos se pueden hacer algo espesas como ‘My Pain’ deudora de una melancolía que podría firmar Depeche Mode, mientras que la agresión y progresividad de ‘No Longer for This World’ puede recordar lo más reciente de Machine Head, en un tema bastante interesante y cambiante. El cierre definitivo llega con ‘Solway Firth’ y una cuota final de agresividad que deja con ganas de más temas de este estilo y menos experimentación.

Lo cierto es que "We Are Not Your Kind" es un trabajo extenso que se diluye un poco por el uso y abuso de varias introducciones a lo largo de la placa que afectan el clímax de la misma, que quizás peca de exceso de ideas metidas con calzador en algunas canciones, pero que sumando y restando hay al menos cuatro o cinco canciones que seguramente en vivo lograrán el estatus de futuros clásicos, aunque tratándose de Slipknot, una de las bandas líderes de la escena actual y considerando los 5 años desde su anterior trabajo, uno esperaría mucho más.

Cristián Pavez