The Offspring

2021. Concord

La espera fue bastante larga para los fans. Sin embargo, no nos engañemos: salvo su contundente batería de hits -probablemente el máximo justificativo para ir a uno de sus recitales- y los shows conmemorativos por los 20 años del inapelable “Smash”, en el 2014, los estadounidenses transitaban por callejones cercanos a la indiferencia. Su anterior elepé, “Days Go By”, no llenó las expectativas y no cumplió con engrosar la lista de éxitos. No era raro, entonces, no apostar a ganador por el flamante “Let the Bad Times Roll” -de hecho, ellos mismos bromeaban con la idea de que el proceso era semejante al de “Chinese Democracy” de Guns N’ Roses, especialmente por el tiempo de tardanza en su preparación, en el caso de Axl Rose y compañía más de diez años y los de Huntington Beach, algo menos de eso. Sorpresa: sin ser abiertamente brillante, es un llamado de atención bien recibido. “Aquí estamos todavía”, parecen decir.

Justificaciones para el atraso hay muchas, desde las actividades extramusicales -el vocalista Dexter Holland completó su Doctorado en Biología Molecular- hasta el desagradable proceso judicial tras la salida del histórico bajista Greg K (puesto ocupado hoy por Todd Morse, ex H2O). La versión oficial es que “no fue el momento oportuno hasta ahora” (Noodles dixit), y tiene sentido si echamos un vistazo al título (“Deja que los malos tiempos pasen”, en español), un mensaje esperanzador en un 2021 sumido en la oscuridad de una pandemia sanitaria. Empero, a no confundirnos, pues “Let the Bad Times Roll” no podría ser llamada a ser una declaración política de principios, aunque es un ingrediente presente. “Con todo este odio, ¿cómo podemos sobrevivir todos?”, afirman en ‘This Is Not Utopia’, el canto a un presente ahogado entre coronavirus, racismo e hipocrecía

‘Behind Your Walls’ exhibe nuevamente la fórmula punk pop dominada a la perfección por The Offspring, con un inicio agazapado, un trayecto que finaliza con la explosión otorgada por la guitarra siempre potente de Noodles; ‘Army of One’ transita una senda similar, con destino de escenario. De los puntos altos, ‘Hassan Chop’ figura situada en el podio sin ninguna duda. Urgente y sin tropiezos, su ritmo acelerado nos lleva de viaje a los tiempos noventeros de The Offspring, merced del empleo experto en las guitarras y la garganta que no conoce edad de Holland. Estimulante es también la música de ‘The Opioid Diaries’, que acoge en su desenfreno la realidad de la Crisis de los Opioides en Estados Unidos, que ha dejado muchas víctimas fatales. ‘We Never Have Sex Anymore’ son los Offspring de siempre, riéndose de los avatares de las relaciones de pareja, bañado por un sorprendente toque swing.

Como ha sido su producción desde el nacimiento del siglo, The Offspring alterna aciertos con bajones considerables. En “Let the Bad Times Roll” no hay excepción, pero no ocupan la porción grande del pastel. Se aplaude la gallardía de otorgarle a ‘Gone Away’ un nuevo envoltorio, lejano a la versión original de “Ixnay on the Hombre” (1997). La angustia de Holland se percibe calma en un baño de piano, imprimiendo épica pero restando poderío y contundencia. Por los mismos rumbos va ‘In the Hall of the Mountain King’, el instrumental cuyo aporte no calza del todo bien en este álbum que, a pesar de todo, muestra a la agrupación totalmente vigente. El listón en esta ocasión era bajísimo, pero ya superarlo habla de buena salud.

Jean Parraguez