Devin Townsend

InsideOut Music, 2022

 

Cuando hay que hablar de mentes brillantes, el Devin Garrett Townsend suele ser uno de los primeros en aflorar cuando exploramos la actual escena de la música. Claro, no hablo sólo del metal, pues el canadiense hace bastante tiempo está muy por encima del género, visionando la expresión artística desde la conexión con los sonidos, las emociones y la temporalidad. De hecho, su carrera siempre ha sido muy cambiante, llena de múltiples proyectos, pero siempre guardando espacios íntimos donde logra mostrar un poco más de su mundo privado, su hogar, este extraño planeta que en los ojos del multi instrumentalista parece tan peculiar. Bienvenidos, una vez más, a la experiencia Devin Townsend.

 

Para todos es muy sabido que los últimos años han sacudido a nuestra sociedad fuertemente. Las rebeliones sociales, la pandemia del COVID-19, la guerra Rusia-Ucrania y muchos otros hechos han ocasionado que la humanidad haya caído en tiempos bastantes oscuros, tristes, donde derechamente nos hemos puesto a prueba. Sin embargo, existen aquellos que piensan que hay una luz al final del túnel, un faro que nos guía por un camino de positividad frente a lo adverso de esta época. Devin Townsend, de hecho, nos trae un álbum bajo ese contexto, uno en el que nos sumerge en lo más profundo diez canciones brillantes, no sólo desde el punto de vista musical, sino que también desde una lírica que nos invita a ser optimistas en estos momentos tan difíciles para todos.

 

La bienvenida es curiosa con ‘Moonpeople’, una canción de corte trip-hop, pero que también guarda ese toque Townsend al que estamos acostumbrados en sus temas más tranquilos. Los arreglos musicales son “minimalistas” bajo el tejido del canadiense, ese que suele ser magnánimo en cada momento. ‘Lightworker’, en cambio, es una de esas canciones factura de Townsend, bombásticas, emocionantes, casi salidas de una película de Disney. ‘Equinox’ mantiene la vibra en alto en su comienzo, pero prontamente baja el ritmo para dejar de protagonistas a los sintetizadores, un beat de batería sencillo y la voz de Anneke Van Giersbergen que brilla hacia el final de la canción. Y si se trata de canciones bellas, ‘Call Of The Void’ debe ser la más linda de todo el álbum; un ritmo sencillo, voz susurrada y guitarras que forman una atmósfera perfecta al reventar en el coro que no puede ser más memorable. Cuando se dice que menos es más, esta es la muestra perfecta.

 

Es difícil encontrar puntos bajos en este álbum, pero al menos si podemos hablar de canciones que quedan algo descontextualizadas frente al resto. Una de esas es ‘Equinox’, que si bien mantiene el espíritu minimalista, se acerca bastante más al rock, dejándola como una especie de isla que se mantiene más alejada del archipiélago, sobre todo por esos teclados más futuristas y progresivos (de hecho, recuerdan a “Ziltoid The Omniscient”). Lo mismo sucede con ‘Dimensions’, de un sonido que imposiblemente puede ser más industrial, muy en la onda de Rob Zombie a finales de los noventa. Sin embargo, todo vuelve a la propuesta inicial con ‘Celestial Signals’, pero esta vez recargada, bastante más grandilocuente y cercana a lo presentado en “Epicloud”, gracias a esos múltiples coros que terminan siendo un halo vocal en tus oídos; similar a lo que sucede con ‘Heavy Burden’, que perfectamente podría haber sido parte de “Empath”.

 

El final comienza a llegar con ‘Vacation’, una canción que calza perfectamente con la propuesta del álbum: simple, positiva, quizás la más pop del álbum; una canción perfecta para escucharla una tarde junto a tu familia. No obstante, el final perfecto está dado por ‘Children Of God’, una canción en teoría extensa, pero que en verdad deja los minutos finales para -literalmente- escuchar el sonido del mar. Un tema que siempre mantiene el espíritu luminoso y optimista que presenta “Lightwork”, dando por cerrado un disco que probablemente no sea tan sorprendente como algunas otras placas del canadiense, pero que si es mucho más honesto, creado bajo el encierro y que sirve para llenar el espíritu de buenas energías en este mundo que vive momentos tan complejos.

 

Rodrigo Bravo Bustos