Molchat Doma

2024. Sacred Bones Records

Lo primero que siempre transmite la música de Molchat Doma -sobre todo la primera vez que la escuchas- es la combinación perfecta de diversas influencias. Con solo presionar play a cualquier track inmediatamente te golpea la atrapante oscuridad pospunk de bandas como Joy Division, los sintetizadores fuertemente cargados del sonido de Depeche Mode, o simplemente la desoladora frialdad de Kinó.

Con “Belaya Polosa”, estrenado el pasado 6 de septiembre, esto no pareciera ser la excepción; de hecho, sus temas aquí evocan más que nunca a la mítica banda hoy liderada por Martin Gore y Dave Gahan. Algo que se ve de inmediato con el sonido que expele la guitarra de Roman Komogortsev en momentos bien específicos de 'Kolesom', donde 'Enjoy the silence' nos salta al oído inmediatamente. Pero lejos de quedar ahí la cosa, la verdad es que gran parte de las canciones tienen esa aura tan exquisita de álbumes como “Songs Of Faith and Devotion”, sobre todo en 'Belaya Polosa' con ese enfoque más sensual presente en la base que da la batería y los sintetizadores que la adornan muy bien. Más allá de resaltar la sensualidad de dicha obra en específico, aquí lo que inteligentemente hacen es agregarle, más bien, esa melancolía y oscuridad que tanto caracteriza a los oriundos de Minsk, algo que también vemos en 'Chernye Cvety'. Incluso podríamos decir que no hacen el intento por esconder sus inspiraciones, o al menos así se ve en el videoclip para el tema homónimo del álbum, recordándonos sutilmente a las postales más icónicas que Anton Corbjin nos dejó a finales de los 80. Sin duda que 'Belaya Polosa' es de los tracks más bellos y sombríos del álbum.

Lejos de los homenajes, la verdad es que Molchat Doma tiene lo suficiente para poder brillar por sí mismos. No por nada 'Ty Zhe Ne Znaesh Kto Ya', pieza encargada de abrir el disco, se posiciona fácilmente como una de las mejores. Su composición es fascinante y te transporta por un sinfín de paisajes y texturas sombrías. Además, la voz de Egor Shkutko sabe darle diversas dinámicas sutiles a su canto para resaltar más la mística del tema. Una excelente performance que se mantiene durante toda la placa y que le da mayor expresividad a canciones tan hermosas y tristes como 'Son'.

Aunque quizás una de las sorpresas llega pasada la mitad del disco con 'III', un tema más cercano al synthwave y bastante disonante en comparación a esa oscuridad con la que tanto nos deleitan en la primera parte. Es bastante cercano al sonido con el que siempre se asocia a la ciudad de Los Angeles, pero esta vez desde la visión melancólica de la banda. Recordemos que los músicos se radicaron ahí hace un par de años. Y esto creo que también se siente en 'Ya Tak Ustal', pero con cierto enfoque más cercano a “Monument”, su disco anterior. Esto es algo que se extiende hasta el cierre un tanto más calmo que da 'Zimnyaya' pero con sutiles referencias a ese sonido.

Pese a que “Belaya Polosa” es uno de los trabajos más largos que nos ha dejado este power trio hasta la fecha, la escucha se pasa volando. Es un disco con excelentes canciones, grandes homenajes y marcados contrastes, donde puedes llegar a sentir que estás escuchando dos placas distintas en una. Una marcada por un sonido más atrevido y experimental que te atrapa inmediatamente en una oscuridad absoluta que me atrevería a decir que nunca habíamos visto así en la banda, al menos de no de esta manera. Mientras que la otra se resume más a ir a lo clásico con ciertas sorpresas. Con temas que son mucho más luminosos, pero donde se siente esa melancolía y frialdad de su sonido.

Los cuatro años de espera han valido la pena, pues este elepé, a pesar de no ser del todo rupturista, sabe posicionarse entre los mejores títulos de su discografía, quizás tan sólo por detrás de “Etazhi”, su verdadera obra magna. Desde hace rato que ya han dejado de ser una banda one hit wonder o una que se reduzca a seguir las tendencias de redes sociales, para mostrarse como una que avanza hacia nuevos sonidos sin dejar de lado su esencia.

Aarón Vergara