On My One Martes, 16 de Agosto de 2016 2016. Virgin EMI RecordsMientras fue considerado un niño prodigio, la punta de lanza del rocanrol para una nueva generación según los más entusiastas, Jake Bugg dedicó bastante tiempo al desprestigio de otros artistas. Su blanco favorito: los solistas mainstream que dominaban las listas de popularidad. Cuando su debut homónimo logró sobrepasarlos, no había cómo cerrarle la boca. Con la arrogancia de un Ian Brown o un Liam Gallagher, declaraba que su misión era boicotear al pop.La verdad, resultaba encantador viniendo de un tipo tan joven, nacido en 1994. Verlo en Chile 20 años después, como parte de Lollapalooza, no dejaba dudas sobre su capacidad para tocar en vivo. Jake Bugg iba en serio, tan en serio que se creyó su propia fantasía. Pronto se supo que trabajaba igual que cualquier egresado de programa cazatalentos, asesorado por un comité de expertos incluso a la hora de escribir canciones. No un error per sé; la equivocación fue otra: basar todo su atractivo en la posesión de una autenticidad (comprendida desde los puristas parámetros del rock, claro está) que no existía.Así llegamos a On My One, con Jake Bugg pisando huevos en la industria luego de un segundo disco (Shangri-La, 2013) mucho menos exitoso que su predecesor, a pesar de que fue publicado sólo un año después. En todo caso, empieza bien porque no se hace el tonto: el título usa el argot británico para la frase Por mi propia cuenta. Sería el modo de operaciones en esta pasada: se afirma que ahora sí el firmante es el responsable único de cada una de las canciones del álbum, con un rol decisivo a la hora de producirlas también.Si On My One refleja lo que ocurre en la cabeza de Jake Bugg, estamos frente a un músico en una crisis de identidad. Tan confundido como hábil, todavía hace canciones en las que parece un Johnny Cash juvenil con voz de helio y en alta fidelidad ( Put Out the Fire ), pero se mueve en nuevas direcciones, inesperadas para cualquiera que conozca su trabajo anterior. Sorprende rapeando en Ain t No Rhyme , aunque algo constreñido como buen chico blanco inglés, y reivindica el estilo de Second Coming de Stone Roses en Gimme the Love , de exquisita producción y guitarra eruptiva. Habla como un veterano sobre su vida en la carretera en On My One y al rato vuelve a ser un adolescente en la sufrida Love, Hope and Misery . Su especialidad sigue siendo lo retro, esas canciones con olor a foto Polaroid como Livin Up the Country . Con menos energía dedicada al fanfarroneo, toma la iniciativa de resetear su carrera en búsqueda de ese intangible tan esquivo: el verdadero sello propio.Andrés Panes Tags # Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Rock Noticias Ace Frehley comparte nuevo single solista Miércoles, 29 de Noviembre de 2023 Rock Noticias ''Glasgow Eyes'': The Jesus and Mary Chain anuncian su nuevo disco Miércoles, 29 de Noviembre de 2023 Rock Articulos Pin Up Casino Online: Cómo Registrarte para comenzar a ganar en 2023 Miércoles, 29 de Noviembre de 2023 Rock Shows Beck: el alma de un hombre Miércoles, 29 de Noviembre de 2023 Rock Discos Matorral Miércoles, 29 de Noviembre de 2023 Rock Galerias Beck Miércoles, 29 de Noviembre de 2023 Rock Shows The Hives: la razón de tu existencia Martes, 28 de Noviembre de 2023 Rock Noticias Concurso: The Cure regresa a Chile Martes, 28 de Noviembre de 2023