Los Bunkers: un emotivo apronte

Martes 1 de marzo, 2023
Blondie

‘No me hables de sufrir’ fue la primera canción de Los Bunkers en su retorno a los escenarios. La impresión inmediata es que, a pesar de casi una década de su último concierto, algunas cosas no han cambiado. Una de ellas es su obsesión por entregar un sonido sólido en vivo, sin fisuras, y así fue lo que ocurrió anoche en Blondie. ¿De verdad existió el receso? Es una pregunta válida frente al desempeño del quinteto, brillante en su ejecución y conexión con un público que no se resistió a un setlist que sirvió de entremés para la gira “Ven Aquí”.

Recurriendo al vocabulario futbolero, Los Bunkers es un equipo que goza de la capacidad de explotar al máximo sus abundantes virtudes. Al arco, Mauricio Basualto es contundente en su kit de batería, sus golpes no maravillará a los amantes de la floritura pero es el pedestal ideal para el desempeño del resto: su diálogo con Gonzalo López -impecable en el bajo- es indispensable. En los costados, los hermanos Francisco y Mauricio Durán, carrileros claves en el ida y vuelta sonoro al mando de las guitarras, que no temen “resolver el partido” cuando se toman el protagonismo. Álvaro López es el artillero, carismático y tiempista. Su voz se conserva intacta, pero el kilometraje de la experiencia le da una amplificación extra. Un equipo estelar para el deleite de los fanáticos.

 

En menos de cuatro minutos se agotaron las entradas para este show privado, evidencia (otra más) del gigantesco arrastre suscitado por este regreso, vendiendo hasta el momento más de 100 mil entradas distribuidas en cuatro conciertos en Chile. Dejando los números de lado, la conexión entre Los Bunkers y los fanáticos es inquebrantable, la ovación ensordecedora de las más de quinientas personas presentes cuando los músicos subieron al escenario fue la postal sobre la que se construyen los grandes momentos. Fueron casi diez años de ausencia, pero las ganas de ver al grupo nunca menguaron. Corearon absolutamente todo, desde las más esperadas (‘Ahora que no estás’, ‘Bailando solo’, ‘El detenido’) hasta otras que distan de figurar en sus grandes éxitos (’Andén’, ‘Nada es igual’). La confianza fue otra característica de la noche: salvo un par de excepciones, no hubo presencia de celulares o cámaras, por petición expresa del grupo. “La foto del regreso tiene que ser la del Santa Laura”, dijo el periodista Humberto Sichel, quien presentó el espectáculo. El barniz de intimidad, emotividad, acercamiento y respeto se sintieron en todo momento.

“Nosotros lo hemos pasado muy bien ensayando”, comentó Mauricio Durán en un momento. Y así se notó en la presentación, una previa de lujo para las multitudinarias experiencias que esperan a Los Bunkers en el Estadio Santa Laura (Santiago), Quinta Vergara (Viña del Mar) y Estadio Ester Roa Rebolledo (Concepción). Sólo fueron 18 canciones, un número que seguramente aumentará en dichos espectáculos, pero la señal fue inequívoca: no hay que perdérselo.

Jean Parraguez
Foto: Juan Pablo Morales