Cuarenta años de "The Dark Side of the Moon" El diamante de Pink Floyd Domingo, 24 de Febrero de 2013 (Publicado originalmente en revista #Rockaxis120, febrero de 2013) Qué no se ha dicho de “The Dark Side of the Moon” a estas alturas del partido. Al menos de nuestra parte pareciera que es poco lo que queda por agregar. Por eso esta vez dejamos que la historia la cuenten los protagonistas. No es la primera ni será la última vez que “The Dark Side of the Moon” llame nuestra atención. Ya han sido varias las generaciones que han caminado bajo su sombra y han quedado marcados de por vida. Todos ellos recordarán hasta el día de su muerte qué estaban haciendo la primera vez que lo escucharon. ¿Qué es lo que hizo a “The Dark Side of the Moon” uno de los discos más icónicos de la historia del rock? Casi no queda nada por decir desde nuestra parte a cuarenta años de lanzamiento. Es por eso que recopilamos declaraciones de entrevistas y documentales varios para que sean los mismos Roger Waters, David Gilmour, Rick Wright y Nick Mason los que cuentan la historia del disco más grande de todos los tiempos. Gilmour: “Paulatinamente fui perdiendo el interés en lo sicodélico y el trabajo que había quedado en esa etapa. Había cierta lucha en querer avanzar en una manera experimental pero retener la melodía. En “Meddle” se muestra nuestra nueva dirección en ‘Echoes’”. Waters: “‘Echoes’ era una pieza de veinte minutos, pero también fue el comienzo de la etapa de escribir de otra gente. Fue el comienzo de la empatía, por así decirlo”. Gilmour: “Necesitábamos una dirección y no queríamos comprometer el arte que hacíamos. Queríamos hacer largas piezas que estuviesen conectadas entre sí. Con ‘Echoes’, invitábamos a la gente a recorrer un camino musical. El disco empezó en una sala de ensayo en Bermondsey, que pertenecía a los Rolling Stones, donde jammeamos y surgieron algunas ideas”. Mason: “Tres o cuatro canciones fueron tocadas en vivo, tratadas como canciones por separado”. Wright: “Empezamos esto como una pieza llamada ‘Eclipse’. La canción del mismo nombre fue de las primeras en crearse”. Gilmour: “Recuerdo haber trabajado muy duro en ‘Eclipse’, haciéndola crecer y agregando armonías que se van uniendo mientras avanza la canción. Porque no tenía nada: no hay coro, no hay una octava en el medio, sólo hay una lista. Así es que cada cuatro líneas hacíamos algo diferente”. Waters: “‘Brain Damage’ es muy fácil de cantar de manera apasionada sobre un escenario. También es muy fácil de entender por qué todas esas personas que acompañan con sus voces al unísono comprenden totalmente a qué le cantan”. Mason: “Trabajamos mucho con loops y efectos de sonido. Sin la tecnología de hoy, todo tenía que hacerse manualmente”. Waters: “Una canción como ‘Time’ expresa sentimientos que muchos jóvenes tienen cuando llegan a cierta edad y se preguntan qué ocurre. Buscan significados, cosas por las que todos hemos pasado”. Wright: “A esta altura estábamos tocando todo el tiempo, grabando, trabajando dieciocho horas al día. Esa presión nos afectó a todos, especialmente a Roger, que lo llevó a escribir algo como ‘Time’”. Waters: “Me di cuenta de que la vida ya había empezado. Mi madre tenía la idea de que la infancia o la adolescencia eran para prepararte para la vida. Pero me di cuenta de que la vida no estaba por empezar, sino que ya estaba ahí”. Gilmour: “Richard llevó la música de ‘The Great Gig in the Sky’. Su contribución pareciera no ser tan destacada en comparación con mis disputas con Roger. Pero Richard fue muy importante, incluso cuando nosotros mismos lo ignoramos”. Wright: “‘The Great Gig in the Sky’ es obviamente acerca de la muerte. Me hace sentir muy orgulloso, como músico. No son acordes que generalmente se combinen, pero aquí fluyen bien”. Waters: “‘Us and Them’ y ‘The Great in the Sky’ tienen ambas unas secuencias de acordes fabulosas”. Wright: “Sabíamos lo que queríamos para ‘Great Gig’, no exactamente en términos musicales, pero que alguien improvisara. Lo único que le dijimos a Clare Torry (que fue recomendada por Alan Parsons) fue que pensara en muerte, en colores, cualquier cosa. Recuerdo que ella lo hizo muy rápido, salió del estudio y nos pidió perdón por lo mal que le había salido”. Gilmour: “Nosotros le dijimos que había sido maravilloso”. Waters: “El sintetizador EMS SynthiA fue la gran innovación, porque tenía un secuenciador, que debe ser el primer secuenciador que se hizo”. Gilmour: “Yo había hecho una secuencia de ocho notas y Roger dijo que no era suficientemente buena para ‘On the Run’. Así es que él hizo otra y, para mi irritación, era evidentemente mejor que la mía”. Waters: “Creo que el álbum es musicalmente sofisticado y a la vez simple. La estructura de las canciones es muy simple”. Gilmour: “Siempre te dicen que necesitas un single. Con ‘Money’ teníamos algo como eso”. Waters: “La gente me pregunta por las voces que aparecen a lo largo del disco. En vez de entrevistar gente, se me ocurrió escribir una serie de preguntas en unas tarjetas. Cada uno que se parara frente al micrófono iría contestando una por una las tarjetas. Las preguntas eran por su color favorito, si habían sido violentos últimamente, si habían estado en lo cierto, algo relativo al lado oscuro de la luna y las otras no las recuerdo”. Gilmour: “La mezcla de un disco en esos días era como una performance”. Wright: “Estábamos todos las manos en la mesa de sonido”. Gilmour: “El “Dark Side of the Moon” que todos conocen y aman son cintas de tercera generación. La mayoría del bajo, batería y guitarra rítmica fueron pasados de cinta en cinta a una mezcla en stereo”. Wright: “Cuando terminamos el disco, nunca nos imaginamos lo exitoso que sería. Pero sí logró que todos nos sintiéramos tranquilos con el resultado, que tuviésemos un álbum del cual nos sentíamos 100% orgullosos”. Gilmour: “Recuerdo claramente el momento de haberme sentado por primera vez a escuchar la mezcla definitiva del álbum y pensar ‘Dios mío, hemos hecho algo fantástico’”. Waters: “Todavía teníamos una meta en común: ser en ricos y famosos”. Mason: “Después de todo, tienes el prisma en la portada, que es lo que define el disco. Debe ser el arte más reconocible en todo el mundo”. Waters: “Storm Thorgerson diseñó la carátula. Él hizo ocho diseños, los puso en el piso y todos dijimos al unísono “ok, ese”. Luego, lo del interior, fue algo que yo agregué, lo del latido de corazón”. Gilmour: “Me gustaría ser una persona que pudiese tomar el disco y sentarse a escucharlo por primera vez. Yo nunca tuve esa oportunidad. Debe ser algo agradable”. Waters: “Para la gira de “Dark Side”, quería que las visuales dejaran de ser abstractas y no ilustraran lo que las canciones decían”. Mason: “Con esos shows, comenzamos la era de los grandes escenarios. Una gran pantalla circular detrás de nosotros. Y cualquier cosa que pudiese aportar algo extra a la música”. Waters: “El disco comenzó a escalar el listado de Billboard hasta llegar al número uno. De ahí el éxito se nos vino encima, llenábamos todos los recintos donde tocamos. Terminado eso, fuimos a grabar “Wish You Were Here” y el verso de ‘Have a Cigar’ (“Muchachos ven para acá / fuma un cigarro / vas a llegar lejos) era tal cual lo estábamos viviendo”. Mason: “Viéndolo en perspectiva, no debimos volver al estudio tan pronto después de “Dark Side””. Gilmour: “Cuando terminamos el proceso, nos preguntamos ‘¿y ahora qué?’”. Waters: ““The Dark Side of the Moon” fue una expresión de una empatía filosófica, política y humanitaria que estaba desesperada por salir de alguna manera”. Mason: “Es brillante”. Wright: “Es un disco que realmente amo”. Gilmour: “Es una revelación”. (citas de los documentales “Classic Albums”, “Legends: Pink Floyd” y del documental y anotaciones de la caja Immersion) En busca de la experiencia definitiva El 4 de octubre de 1971 Pink Floyd grabó un esencial concierto en las ruinas de Pompeya. ¿Por qué? ¿Para qué? Por el propósito artístico de llevar la música de una banda en estado de gracia a un espacio impensado para la representación de este tipo de música. Por el propósito comercial también: cargar de misticismo y conceptualidad a un grupo cuya obra se prestaba para ello, pero que aún había que llevarlos a los ojos de todo el mundo. Pink Floyd escribía su historia, y todo quedaba en cámara. “Meddle”, Pompeya y “Dark Side of the Moon” serían parte de un impulso común. Es evidente: Pompeya implica una búsqueda, consciente o no, de complementar lo musical con “algo más”. No se puede decir “concepto” todavía, pero ése es el camino, el de entender que su oferta potencial no podía ser delimitado por la imaginación. Roger Waters buscó sostener la fórmula; un espacio vacío en el cual se permitiera el acomodamiento del único espectador válido: el auditor de turno. ¿De qué manera podría Pink Floyd llevar a sus fans a un nuevo viaje sin apostar por el complemento visual y sin prescindir de esta sensación de soledad – y por consiguiente, una invitación a la identificación – que tan bien funcionaba? La respuesta la tenía el mismo Waters. El nuevo escenario despoblado sobre el cual montar un show para los sentidos sería… la vida misma. Eso es, básicamente, “Dark Side of the Moon”. ¿Qué es la vida, sino la primera y más definitiva de las experiencias? Bingo. Waters se diferencia de Syd Barrett en su concepción de experiencia: para Syd, ésta debía, o al menos podía, ser una aventura colectiva; para el bajista, la única manera de que cada auditor por separado tomase parte de esta experiencia era apelando a su unicidad. Consciente del hallazgo, Waters se estacionaría en esta premisa. Es aquí donde Pink Floyd cierra su búsqueda, dando con el resultado perfecto. “The Dark Side of the Moon” es el último eslabón de una extensa cadena evolutiva. De aquí en más, matizando, sumando trucos, sonidos y miedos, Pink Floyd apretó siempre la misma tecla (independiente que los resultados siguieron siendo brillantes). Pensemos un minuto qué pasaba fuera del mundo de Pink Floyd. Aquellos que siguieron el camino de The Who a Jimi Hendrix sucumbían ante sus propios vicios y excesos (con notables excepciones, claro), cayendo en una descarada autocomplacencia; los que reflotaron la estética de Barrett y le habían dado el giro pop, situaban sus fantasías en un mundo demasiado irreal como para hacerlo sostenible; y una muy importante fracción de quienes optaban por el nuevo rock progresivo imitaban la fórmula de Pink Floyd, pero sin entender la lógica, creando personajes, alejando la experiencia del auditor, convirtiéndola en una fría historia musicalizada. Pink Floyd, en cambio, había dado con la única experiencia que vale en el largo plazo. De ahí, que la de “The Dark Side of the Moon” no es música que pretenda conquistar al auditor: da la impresión que la música “es” el auditor. Pocas veces, quizás sólo en “Revolver” y “Sgt Pepper” de The Beatles, una grabación hecha con tanto soporte tecnológico sonó tan viva y humana. Porque, más allá de los grandiosos efectos que posee, “Dark Side” es un álbum desconsoladamente humano. ¿Cuáles son los momentos definitivos de “Dark Side of the Moon”? ‘Time’, un tema cantado en primera persona; ‘Us and Them’, que parte marcando presencia del intérprete (la eterna tentación para que quien lo oiga crea tomar su lugar) desde el título; y ‘Brain Damage’, en donde se buscan lunáticos en la propia cabeza. La RAE define experiencia como “Conocimiento de la vida adquirido por las circunstancias o situaciones vividas”. ¿’Us and Them’? ¿Cuántos de los millones que aman el disco tuvieron padres que fueron a la guerra? No muchos, en proporción. Pero por alguna razón, ese estribillo es lo suficientemente convincente como para darnos escalofríos con recuerdos que no son. ‘The Great Gig in the Sky’ ni siquiera tiene versos, pero nos levanta. A la larga, sólo ‘Time’ y ‘Money’ son canciones que podrían vernos reflejados de la manera más obvia. Pink Floyd siempre nos ha parecido un misterio. Como si supieran algo que nosotros no sabemos. No hay misterio. Son únicos al momento de hacerte vivir y revivir tus propias experiencias. “Hay alguien en mi cabeza, pero no soy yo”. Ese es el único mensaje subliminal de “The Dark Side of the Moon”. Tags #Pink Floyd # Syd Barrett # Rado Klose # Roger Waters # Richard Wright # Nick Mason # The Dark Side of the Moon Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. 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