Yorka: La dulce euforia Sábado, 18 de Agosto de 2018 Viernes 17 de agosto, 2018 M100 Un papel que decía Yorka agotado en la ventana de la boletería no era la única evidencia de lo exitosa que sería la noche, sino que una larga fila de almas tranquilas esperaban para entrar y escuchar el más reciente material de las hermanas Pastenes, Humo. Almas tranquilas de todas las edades que se armaron de paciencia con un cigarro o un café, mientras la fila no paraba de crecer en una noche que poco tenía de invierno. Pero de esa aparente tranquilidad no quedó nada luego de la espera. Ya en el escenario, mientras una nebulosa de humo y un juego de luces suavizaban el lugar, todos gritaron y vibraron con la salida de Yorka, con un sonido que fue miel. El primer capítulo de la noche partió con Humo, una tonada acústica, tranquila y profunda, pero que con las voces de los asistentes en ese momento se bañó de una dulce euforia. De la misma manera, Paseíto fue un viaje hacia un lugar importante para las cantautoras, y para cada asistente. Fue aplaudida y bailada hasta por el fan más tímido de las tribunas, pues con un bajo movedizo, flexible y una guitarra juguetona, emboba a cualquiera. Por si fuera poco, Cae revolvió y petrificó las emociones de más de algún oído, que quizás en la añoranza de sus letras, recordó algún pasado. La noche nos traería muchas sorpresas. Una de ellas, la participación del músico Benjamín Walker en Tonadita de Año Nuevo, tocada nada más que con una guitarra acústica a la que se le agregaron los sonidos de cucharas y vasos, que en ese momento tomaron un magnetismo especial lleno de recuerdos y nostalgias. De la misma forma, la participación de los niños de Casa Espiral cantando Rinoceronte (del disco Imperio) recreo un momento lleno de emocionalidad, tan necesario en días donde, al parecer, poco conmueve. Hacia el final, se dejaron caer temas como Nada, Quédate conmigo y África, de sonidos sencillos pero que parecieron trascender en los ecos de un bosque inexplorado. Estas últimas dos traerían la participación de las cantantes Mariel Mariel y Martina Lluvias, que le entregaron fuerza y dinamismo a esos breves minutos. Qué terror se siente y Todo lo que tengo fueron dulces y algo melancólicas, pero tomaron profundidad con la guitarra en manos de Pablo Jara, que por ratos recordó al beatle más hábil y espiritual: George Harrison. El punto final de la velada fue Y bailamos tanto, que fue perfecto no tan solo por su buen sonido pop, la calidad de las músicas y músicos, o la destacada intérprete de lenguaje de señas Macarena Nieto, sino por la gran conexión entre las artistas y su público, que traspasó los límites del escenario para llevarnos de la mano a un viaje prodigioso. María José Benítez Fotos: Peter Haupt Hillock Tags # Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Vanguardia Noticias Preparan publicación de cuatro discos de Milford Graves en vinilo Viernes, 22 de Septiembre de 2023 Vanguardia Noticias Roger Waters continúa recreando ''The Dark Side of the Moon'' Jueves, 21 de Septiembre de 2023 Vanguardia Noticias ''Magical'': Box set que recorre la trayectoria de Greg Lake en siete discos llega en noviembre Miércoles, 20 de Septiembre de 2023 Vanguardia Clásicos Congregación Miércoles, 20 de Septiembre de 2023 Vanguardia Noticias 'What Life Brings': conoce lo nuevo de Steven Wilson Miércoles, 20 de Septiembre de 2023 Vanguardia Entrevistas Chief Xian aTunde Adjuah: ''Tocamos por la energía del público'' Miércoles, 20 de Septiembre de 2023 Vanguardia Noticias Acid Mothers Temple en Rebelión Sónica 29 Martes, 19 de Septiembre de 2023 Vanguardia Noticias Tristeza en el mundo del jazz y la música progresiva: fallece John Marshall Domingo, 17 de Septiembre de 2023