Patti Smith: siente tu maldita libertad Martes, 19 de Noviembre de 2019 Lunes 18 de noviembre, 2019 Teatro Caupolicán La historia dirá que Patti Smith se presentó por primera vez en el Teatro Caupolicán, una calurosa noche de noviembre. Pero las realidades se someten a dimensiones y se bifurcan en interpretaciones, obedeciendo a datos que obviar no es recomendable. Por ejemplo, uno de las activistas más notables que ha dado el rock en su historia -a nivel cultural e intelectual- debutaba en el país justo cuando se cumplía un mes del inicio de una ola de manifestaciones a lo largo y ancho del país, provocadas por un descontento acumulado por décadas, una población mancillada, abandonada y dañada por las nefastas prácticas del poder político, siempre con su meta de engrosar sus billeteras. Hablar de simbolismo era lo mínimo y la estadounidense estaba al tanto del clima en el país. Lo hizo saber semanas atrás en redes sociales y lo reafirmó en la conferencia de prensa del domingo, declarando que “Mi mensaje fue simplemente decir que estoy con ustedes, estoy pensando en ustedes”. Al respecto, corresponde rescatar uno de los momentos de más alta emotividad de su presentación, cuando interpretó ‘Beneath the Southern Cross’, dedicada a los torturados y todas las víctimas de la brutal represión de la fuerza pública, con mutilaciones y muertes. Evocadora y melancólica, sirve quizás para exorcizar los demonios de una ciudad azotada por la injusticia y la violencia. Los presentes entendieron el mensaje, pues hacia el final comenzaron a entonar “¡El pueblo unido jamás será vencido!”. Consignas son muchas en el recinto enclavado en Santiago Centro. Carteles y banderas con mensajes potentes, imágenes alusivas al Negro Matapaco -icónico perro que en un canal noticioso se abstuvieron de mencionar, como si fuera el culpable de todo lo sucedido- y cánticos durante toda la velada fueron un ingrediente que da a entender la importancia de la música como termómetro, es el territorio en que todos se reconocen y encuentran sintonía. “El que no salta es paco” sonó en más de una ocasión con el mismo resultado, casi todo el público flectando sus rodillas. Smith también es consciente del poder de la música y lo hace liderando un recital con las características de un espectáculo rock: los éxitos, la participación del público, una banda de ejecución impecable y la estrella, personificada en Patti, dominando los tiempos, conociendo las palabras adecuadas ante cada instante, logrando modificar la temperatura, desde emocionar con “Viviremos de nuevo, viviremos” en ‘Ghost Dance’, presentada como una canción “de unidad y oración para la gente”, en un mensaje que también llegó a “nuestros pueblos indígenas que sufren en todo el mundo”; hasta exacerbar la catarsis en la mencionada ‘Beneath the Southern Cross’, sacudiendo los cimientos con un rotundo “¡Sientan la puta libertad!”. ‘My Blakean Year’ fue abordada en memoria de todos los trabajadores y ‘After the Gold Rush’ -su lectura de una de las cumbres creadas por Neil Young- quedó coronada con la iluminación desde la cancha y plateas, una postal que arrancó lágrimas. ¿Y ‘Gloria: In Excelsis Dio’? Sublime ver la reacción de los asistentes. ‘Because the Night’ y ‘People Have the Power’ fueron coreadas, sobrepasando en volumen al cometido del escenario, dejando en evidencia que eran de las piezas más esperadas. Si tuviéramos que explicar la emoción que puedes encontrar al ir a un concierto, un video con la interpretación de esa canción en el Caupolicán bastaría para conocerlo. No es nada novedoso, cierto, pero la simbiosis que provoca sigue siendo un misterio irresistible. En la previa, Colombina Parra lanzó un intenso y breve set en formato trío, dejando el plato servido para la aparición de Patti Smith. Dejar a la oriunda de Chicago solo en un ámbito musical sería juzgar su historia de manera errónea. Su show en vivo es un ritual en que confluyen sus mundos e inquietudes, por ese motivo hay lugar para los covers. ‘Beds Are Burning’ (Midnight Oil) fue coreada hasta por uno de los guardias, en que pide salvar el planeta, destacando su costado ambiental; su banda -integrada por el siempre fiel Lenny Kaye, Tony Shanahan, Jay Dee Daugherty y Jack Petruzzelli- asumió el protagonismo con un popurrí de versiones a The Rolling Stones (‘I’m Free’) y Lou Reed (‘Walk on the Wild Side’), generando una ola de ovaciones. El final fue con ‘My Generation’ de The Who, en que Smith arrancó cada una de las cuerdas de su guitarra. Con esa imagen, el instrumento apuntando a lo alto, la estadounidense dijo muy convencida “Es la única arma que necesitamos”. Todos fuimos testigos de un encuentro inolvidable, en medio de la construcción de la actual historia de Chile. Jean Parraguez Fotos: Juan Pablo Maralla Revisa la galería de imágenes en este enlace. Tags #Patti Smith # PattiSmith Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Vanguardia Clásicos Supertramp Miércoles, 29 de Marzo de 2023 Vanguardia Clásicos Jeff Beck Miércoles, 29 de Marzo de 2023 Vanguardia Discos Brötzmann / Leigh / Lonberg-Holm Miércoles, 29 de Marzo de 2023 Vanguardia Noticias Participa por entradas para MediaBanda Martes, 28 de Marzo de 2023 Vanguardia Noticias Jueves 30 de marzo: Ratas Trío debuta en vivo en el Bar Thelonious Martes, 28 de Marzo de 2023 Vanguardia Noticias ''7s'': destacamos el nuevo disco de Avey Tare en Rebelión Sónica 4 Martes, 28 de Marzo de 2023 Vanguardia Noticias Led Zeppelin: Escuchamos ''Houses of the Holy'' en su aniversario Martes, 28 de Marzo de 2023 Vanguardia Articulos Pink Floyd: Peleas y reconciliaciones Martes, 28 de Marzo de 2023