Alice in Chains Jar of Flies Miércoles, 25 de Enero de 2023 1994. Columbia El nombre de Alice in Chains se asocia por lo general a términos como “oscuridad”, “sombrío”, o similares. Muy pocos parece que recuerdan que entre 2 discazos tan oscuros como “Facelift” y “Dirt” existió “Sap”, un EP acústico con 4 temas maravillosos. Por eso, “Jar of Flies” vino más que a sorprender, a cumplir una necesidad de los fans: escuchar más de la otra faceta de la banda, la acústica, un poco más luminosa. Tras el éxito monumental de “Dirt”, Alice in Chains era una de las agrupaciones más grandes de comienzos de los noventas. Tenían grandes temas, uno de los vocalistas más reconocibles de la década, y un sonido demoledor en vivo. Pero durante 1993, el mundo del rock era dominado por Pearl Jam, Guns N’Roses y Nirvana. Si bien cada una de esas bandas era distinta de la otra, la potencia, distorsión y agresividad eran elementos comunes, sobre todo en sus recitales. Alice in Chains siempre “pareció” una banda distinta a todas ellas, pero sólo con “Jar of flies” marcó distancia definitiva. No sólo lanzaron su segundo EP acústico, sino que lo llevaron a la cima de los ránkings casi sin hacerle promoción (“Jar of Flies” fue el primer EP en la historia en llegar al número uno en el ranking Billboard). Recordemos que no hicieron ninguna presentación en vivo entre 1994 y 1996. El comienzo del disco está hecho para que te adentres en este mundo paralelo que crea Alice in Chains. ‘Rotten Apple’ es tan hipnótico que sin darte cuenta te involucras con el álbum al máximo, tanto que terminas sintiéndote parte de él. Esta canción, de casi 7 minutos, introduce al maestro Mike Inez al mundo de Alice. El trabajo de Cantrell en las guitarras es completísimo, llegando a sonar incluso 3 guitarras a la vez. Bueno, Inez también toca guitarras en este disco. Pero el fuerte, como siempre, está a cargo de Jerry, el director de esta orquesta. Termina el tema y comienza ‘Nutshell’... Por favor, no cometas el error de escucharla si estás triste. Es una de las canciones más desgarradoras que se haya creado. La letra de Layne como siempre te deja para adentro, y su interpretación te provoca escalofríos. Tras su muerte, dichos como “voy a pelear esta batalla por mi cuenta. Nadie a quien llorarle, ningún lugar al cual llamar hogar”, o “encuentro repitiéndose en mi cabeza ‘si no puedo ser yo mismo, prefiero estar muerto’” te dejan sin habla (más aún si recodamos cómo murió otro prócer de Seattle, Kurt Cobain). A eso hay que agregarle la guitarra eléctrica de Jerry, cuyo solo suena como un llanto desconsolado... Temas así llevaron a esta banda a la categoría de leyendas. ‘I stay away’ muestra cómo fue creciendo Jerry Cantrell como compositor, pero más que eso demuestra cuán inmenso podía ser el universo sonoro de Alice in Chains. No sólo por las cuerdas que tiene el tema, sin porque la voz de Layne suena como perdida en el espacio, flotando por el tema, casi como los violines que asoman en el coro. Sencillamente impresionante. Kinney e Inez son el motor, que sobresale antes de la llegada del coro. El solo de Cantrell otra vez es perfecto, y el riff que tomó prestado de algún disco folk está tan lejano del resto de la onda del tema que funciona de maravillas. No hay otra forma de describir ‘I stay away’ si no es como “una genialidad”. El sello de Alice in Chains fueron siempre los fenomenales trabajos vocales de Staley y Cantrell. La mezcla de sus voces es perfectamente armónica. Y la mejor muestra de ello es ‘No excuses’. Durante todo el tema la voz de uno no suelta la del otro, dándole infinitas dimensiones a la canción. Ningún artista de la época lograba aquello. Y muy pocos, para no decir ninguno, lo hicieron tan bien como Alice in Chains en la historia del rock. ‘No excuses’ es de todas formas mucho más que eso. La batería de Kinney al comienzo parece introducirnos a la segunda parte de ‘Angry Chair’ de “Dirt”. Pero cuando entra la impecable guitarra de Jerry acompañada del amistoso bajo de Inez, uno se engancha al instante. Una melodía irresistible, un coro con olor a Seattle... Una joya más de este EP, que en su cuarto tema ya te tiene de cabeza. La maravillosa ‘Whale & Wasp’ va por otra vereda. Es un instrumental que crea una atmósfera propia, hace que te imagines en el fondo del mar, que te imagines llorar a una ballena (¿de verdad lloran?). El que llora en ‘Don’t follow’ es uno. Por varias razones. De partida, es una canción que te estremece hasta los huesos. Pero es también la canción más injustamente postergada de su discografía. No fue incluida en ninguna de sus recopilaciones, ni siquiera en el box set “Music Bank”. Es uno de esos temas que lo que se pueda decir, siempre va a ser insuficiente. La similitud con ‘Patience’ de Guns n’ Roses es evidente, pero Alice in Chains nunca quiso explotar este tema. La guitarra y la voz de Jerry se apoderan del tema en el principio, pero poco a poco comienzan a entrar la voz de Layne y una harmónica, que comienza tímidamente, pero que termina siendo protagonista. Una lírica cargada de resignación y confusión, 100% Cantrell. La segunda parte del tema, donde Staley se hace cargo de la voz principal comienza como un grito de un hombre desesperado y termina como siempre entre las sombras, donde Layne va disminuyendo la intensidad a medida que repite “take me home”, hasta que Jerry hace una magnífica transición con un simple “yeeh ooh” para terminar con el verso “say goodbye, don’t follow”... Precioso tema, tal vez no será el mejor del grupo, pero debe ser el más hermoso. Si no te gusta Alice in Chains, entonces ninguna posibilidad de que te guste ‘Swing on this’, el último tema del EP. Claro, fusión jazz-rock en versión AIC. Sólo para fanáticos. La voz de Layne suena más “dirt” que nunca. Sale un poco del contexto más intimista del resto de la placa, pero nunca es para tanto, un buen tema es bueno en el disco en que se ponga. Además que el comportamiento autodestructivo que siempre ha caracterizado a la raza humana hará que una vez que este tema finalice, vuelvas una y otra vez a ‘Nutshell’ o ‘Don’t follow’, para poder sentirte miserable, y luego ‘I stay away’ y ‘No excuses’ para sentirte un poco mejor. Son tan sólo 7 canciones, 7 maravillosas canciones. “Jar of flies” uno de los grandes trabajos de Alice in Chains, porque funciona a la perfección: una vez que lo escuchaste quedas absolutamente inmerso en el mundo de AIC, pero inevitablemente terminas pidiendo más. Bueno, esa es una de las características de los grandes trabajos, ¿no? Quedar con esa inconformidad, pidiendo a gritos un poco más. Juan Ignacio Cornejo K. Tags #Alice in Chains #Jar of Flies #Layne Staley #Jerry Cantrell #Sean Kinney #Mike Inez # Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Rock Shows Pet Shop Boys: renovando la magia del synthpop en Chile Jueves, 30 de Noviembre de 2023 Rock Noticias Ilegales encabezará el Festival Sudamerican Rockers Jueves, 30 de Noviembre de 2023 Rock Entrevistas Enrique Bunbury: Renacer en el escenario Jueves, 30 de Noviembre de 2023 Rock Articulos Chris Cornell y Chile: Amor incondicional Jueves, 30 de Noviembre de 2023 Rock Galerias Pet Shop Boys - Dreamworld Jueves, 30 de Noviembre de 2023 Rock Clásicos Pink Floyd Jueves, 30 de Noviembre de 2023 Rock Clásicos Michael Jackson Jueves, 30 de Noviembre de 2023 Rock Articulos Los Prisioneros en el Estadio Nacional Jueves, 30 de Noviembre de 2023