Nine Inch Nails Ghosts V: Together - Ghosts VI: Locusts Lunes, 20 de Abril de 2020 2020. The Null Corporation Se sabe que el análisis de discos debería ser atemporal, pero a veces el entorno social es simplemente ineludible. La crisis del coronavirus ha desmantelado varios aspectos del mundo contemporáneo y la industria musical no pasó desapercibida ante su contagio. La cancelación de conciertos y festivales en todo el globo puso la pista mucho más pesada para un mercado que justamente dependía de ello, sobre todo cuando la venta de música física no es el ingreso principal. “Hemos perdido 150.000 euros en la primera semana”, comentó Andy Farrow, manager de Opeth y Anathema, en el número 389 de Metal Hammer España, dedicada a analizar los efectos de la pandemia en el reducto del entretenimiento. La música está cuarentena, por lo que los artistas se vieron obligados a volcarse al mundo digital para transmitir sus conciertos vía streaming, elaborar paquetes con merchandising de alto nivel para mantener a flote las finanzas y sacar de sus baúles material inédito que ayude a pasar de mejor manera los días de encierro. Justo en ese contexto, Nine Inch Nails liberó sorpresivamente “Ghosts V: Together” y “Ghosts VI: Locusts”, dos álbumes de música cien por ciento ambiental disponibles en la página de la banda a costo cero. Si bien, el dúo venía trabajando en la continuación de la saga “Ghosts I-IV” (2008) desde antes, este nuevo material encapsula a la perfección la incertidumbre que se vive en estos tiempos. Gracias a los soundtracks de “Gone Girl”, “The Social Network” o “Watchmen”, ya sabemos de lo que son capaces Trent Reznor y Atticus Ross cuando se vuelcan a dibujar senderos oníricos de gran amplitud. La primera parte, “Ghosts V: Together”, muestra pasajes iluminados por el delicado piano de ‘Letting Go While Holding On’ y ‘Together’ reflejando la esperanza de que todo va a estar bien, mientras que en ‘Out In The Open’ y ‘With Faith’’, la atmósfera tiene un leve giro y las sombras se toman lentamente ciertos espacios con ecos y figuras titilantes que podrían simbolizar como el miedo empieza a posarse sobre las cabezas. El tono conciliador de ‘Apart’ se encarga de balancear ambas fuerzas en pugna con instantes de claridad en su comienzo, pero que ya hacia el final se ven aplastados por unos sintetizadores que solo entran para establecer inseguridad. Con sus ondas cibernéticas, la belleza delicada de ‘Your Touch’ hace pensar en la comunicación virtual y ‘Hope We Can Again’ se encarga de darnos la ilusión de que las pieles se volverán a juntar algún día con el dolor de la espera representado en unas frecuencias chirriantes que se escuchan a la mitad, pero que desaparecen para seguir en la calma hasta llegar a ‘Still Right Here’, que termina el primer disco con una movediza guitarra eléctrica y una base electrónica aprisionante. Por su parte, “Ghosts VI: Locusts” es el tramo perturbador del trayecto. Mientras en “Ghosts V: Together” se aprecian ocho cortes corpulentos con una duración mínima que bordea los cuatro minutos y medio, su contraparte se desgrana en quince canciones que permiten la intromisión de varias secciones cortas, lo que genera un clima tétrico y opresivo. El piano de ‘The Cursed Clock’ se mueve con la cadencia del péndulo en un reloj antiguo y marca el paso para transitar hacia ‘Around Every Corner’, ‘The Worriment Waltz’ y ‘Run Like Hell’, que profundizan el tenor fatalista a punta de sonidos inquietantes en que el corno francés parece salir de la tumba en un caótico jazz experimental. La alarma perturbadora de ‘When It Happens (Don’t Mind Me)’ produce escalofríos, tanto como el silencio desolador de ‘Another Crashed Car’, el vaivén infernal de ‘Temp Fix’ o el nerviosismo punzante de ‘Trust Fades’, cortes que conforman los pasadizos de un laberinto sensorial sin salida en que la soledad, la desesperanza y la frialdad parecen venir desde las pesadillas más profundas. Ese piano que era como un aliciente en “Ghosts V: Together” ahora se transforma en un ente fantasmagórico que facilita la intromisión de criaturas temibles desde los portales del inframundo, jugando con la psiquis del auditor de manera esquizofrénica en ‘A Really Bad Night’, ‘Your New Normal’ y ‘Just Breathe’, tres títulos demasiado apropiados para días en que conciliar el sueño no es fácil, en que debemos adaptarnos a una nueva realidad y en que respirar significa mucho cuando afuera hay un virus que ataca cruentamente los pulmones. El minimalismo extremo de ‘Right Behind You’ se posa como una presencia maligna hasta que ‘Turn This Off Please’ empieza a cubrir todo con la espesa bruma de sus ruidos espectrales y sus voces angustiantes que se extienden durante más de trece minutos. Finalmente, esta noche terrorífica concluye con ‘So Tired’ y ‘Almost Dawn’, las cuales lejos de dejar un trazo de esperanza, manifiestan el pánico en un disco que funciona como una terapia de shock dejando más dudas que certezas. A doce años del lanzamiento de las partes I-IV, esta continuación es más ambiciosa en todos los sentidos, ya que tanto la parte V como la VI gozan de una personalidad propia en lo auditivo, respaldada también por el hecho de que ahora las canciones tienen títulos y eso ayuda a que el relato cinemático se cuente de mejor manera, planteando una experiencia sinestésica en que podemos oler, degustar y ver los sonidos mientras estos se desenvuelven. ¿Se entendería esta placa doble sin la pandemia como telón de fondo? Absolutamente, ya que la forma en que se abordan aspectos como la soledad y el encierro espiritual bien podrían encajar en un mundo enloquecido desde antes de la crisis sanitaria, pero que hoy se ven acentuados debido a la contingencia. Quizá no sean discos adecuados para los que buscan esperanza en medio de la cuarentena, ni tampoco para los auditores ocasionales de la banda, pero sí vale la pena entrar en un estado de reflexión y apreciar cómo Reznor y Ross abren las puertas de un mundo interior en el que podemos encontrarnos cara a cara con nuestros peores temores en momentos de fragilidad. Y vaya que resulta acertado hablar de algo “frágil” en una reseña de Nine Inch Nails. Pablo Cerda Tags #Nine Inch Nails # NineInchNails # NIN # NIN # Trent Reznor # TrentReznor # Atticus Ross # AtticusRoss Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. 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