Dokken

2023. Silver Lining Music

Tras 11 larguísimos años desde aquel lejano “Broken Bones” (2012), finalmente se edita el disco de estudio número 12 de la banda de Heavy Melódico de Los Ángeles, California. Y no se trata de que el vocalista Don Dokken y sus músicos estuvieran trabajando todo ese tiempo en el disco, sino más bien la demora se debió a graves problemas de salud del cantante, como un cáncer de garganta y una negligente operación de espalda que lo dejó con una parálisis de su brazo y mano derecha de la cual todavía no se recupera del todo.

Ante ese escenario triste para él, junto con el aumento de la violencia en las grandes ciudades como Los Ángeles, hicieron que Don Dokken dejara su ciudad de toda la vida y se relocalizara en la bella y tranquila Sante Fe, en el estado de Nuevo México, un entorno rodeado de montañas junto a los aires prístinos, cálidos y desérticos del oeste norteamericano lo que se ve reflejado en la paleta cromática de la portada del disco con esa ave fénix en llamas, pero también en su sonido, con cierta influencia de ese folk western vaquero que viene a nutrir el clásico sonido “Dokken” de toda la vida. Considerando sus 70 años y  todos sus problemas de salud, la voz de Don Dokken ya no es lo que alguna vez fue, pero el disco es absolutamente honesto en ese sentido y no trata de “camuflar” con efectos o recursos técnicos la falta de voces altas y agudas, sino que presenta temas cantados en un rango medio donde Don se puede desenvolver bien y que cuenta con la ayuda del cantante Mark Boals (Yngwie Malmsteen, Ring Of Fire), en los coros y armonías de algunas canciones, mientras que el resto de la banda, con el inmenso Jon Levin en guitarra (en su cuarto disco con Dokken), Chris McCarvill en bajo y BJ Zampa en batería (ambos ex House of Lords), redondean las canciones con una musicalidad de nivel, sobre todo Levin que es la auténtica estrella de la placa, con sus riffs, fills y solos que suenan de fábula en su fantástica guitarra Charvel.

Producido por el propio Don Dokken junto a Bill Palmer y mezclado por el renombrado Kevin Shirley (Iron Maiden, Journey), el disco suena bastante orgánico y natural y para nada sobre procesado. Don cuenta que la primera mezcla que hizo Shirley sonaba con muchos efectos de reverb y chorus, con ese “Big Sound” tan común en los 80’s (grandioso por lo demás), pero Don le dijo que quería que el disco sonara actual “como lo que hiciste en el último disco de Maiden”, por ello el sonido global es bastante similar al de “Senjutsu” pero en mi opinión, con mayor rango dinámico y con más matices, tal como queda claro en el inicio del álbum, con esos acordes de guitarra eléctrica limpia de Jon Levin al inicio de ‘Fugitive’ que luego de unas progresiones de acordes explota con toda la banda sonando de gran forma, en una canción que suena al Dokken clásico por todos lados. “Soy un fugitivo de la vida y he estado esperando mucho tiempo para arrancarme de esta realidad” nos canta Don, haciendo una reflexión sobre el mundo violento, deshumanizado y falto de empatía en el que estamos sumidos diariamente. Las líneas de bajo de McCarvill son estupendas, la batería de BJ Zampa sólida y consistente y Levin metiendo un solo realmente espectacular demostrando toda su clase y calidad, razón por la cual ya lleva más de 20 años en la banda, mucho más de lo que estuvo George Lynch (o Reb Beach o John Norum, los otros grandes guitarristas que ha tenido el grupo). ‘Gypsy’ es un Up Tempo fantástico, lleno de vigor con otros afilados y punzantes leads de Levin y que nos cuenta la historia de un encuentro que tuvo Don con una gitana mientras acampaba en las montañas de Nuevo México, en otra de las mejores canciones del disco y donde Chris McCarvill demuestra que es un pedazo de bajista, con unas líneas realmente sensacionales.

Otras canciones destacadas son la aguerrida y melódica ‘Just Like A Rose’ un medio tiempo realmente lleno de magia y elegancia, siempre con la rúbrica genial de Levin y su guitarra; ‘Saving Grace’ un tema oscuro y pesado que puede recordar a Scorpions en su versión más heavy, mientras que ‘Over The Mountain’ tiene una melodía doblada de guitarra muy dulce en plan Thin Lizzy, mientras que ‘Lost In You’ también tiene unas melodías de guitarras exquisitas, esta vez muy influenciadas por el gran Michael Schenker. Y por supuesto un disco de Dokken no puede estar exento de una gran power ballad y ese tema llega con una muy lograda ‘I Remember’ donde la voz de Don Dokken suena mucho más suelta y relajada, tal como ocurre en la final ‘Santa Fe’ y sus aires folk del desierto de Nuevo México y con un DD en plan autobiográfico contándonos la historia de su cambio de vida del Sunset Strip de West Hollywood, California a los áridos paisajes montañosos de Santa Fe en nuevo México y es que este disco no se trata de un álbum más para Don sino que también es un acto de resiliencia; es aferrarse a esa pasión que durante toda su existencia ha sido su razón de existir: componer canciones.

Puede que este sea el último álbum de Don Dokken y por ende de Dokken, pero siempre se ha hablado de un último disco final con la formación dorada de la banda, esa con Don Dokken, George Lynch, Jeff Pilson y ‘Wild’ Mick Brown, pero Brown ya está retirado hace un par de años, por lo que su puesto en la batería lo tomaría su hermano menor ‘Mild’ Steve Brown (y que toca casi igual que él), por otro lado DD y George Lynch ya tienen 70 años cada uno por lo que el tiempo no juega a su favor, por lo que si quieren dejar un último ‘Unchain The Night’, ‘Lightning Strikes Again’ o ‘Back For The Attack’ como testamento, tiene que ser ya.

Cristián Pavez