Barry Sage: (Casi) Como un Rolling Stones «"Tattoo You" es un disco de outtakes» Miércoles, 27 de Abril de 2022 (Publicado originalmente en revista #Rockaxis220, octubre de 2021) ¿Qué tienen en común discos como “Diamond Dogs” (1974) de David Bowie, “Power, Corruption & Lies” (1983) de New Order, “Esperando Nada” (1994) de Nicole y “Play” (1997) de Solar? Un mismo hombre en la mesa de grabación: Barry Sage. Avecindado en Chile hace casi diez años, el técnico y productor repasa su carrera y conversa sobre uno de los hitos mayores del rock de los ochentas: las cuatro décadas de “Tattoo You” de los Rolling Stones. Por Cristofer Rodríguez Inició su carrera en 1974, sirviendo un té para David Bowie y hoy dedica su tiempo a grabar bandas emergentes del sur de Chile. ¿Entre medio? Viajes a destinos como Londres, París y Madrid, mezclando y grabando a varios de los artistas más importantes del rock británico, incluyendo a los Rolling Stones en una de sus etapas de mayor éxito, a fines de los años setentas y comienzos de los ochentas. Barry Sage es una voz autorizada para hablar de música popular, sesiones de grabación y la historia de rock n’ roll en carne propia, cuya vida, por azares del destino, se conectó irreversiblemente con Chile hace 27 años. «Ahora vivo en la Comunidad Ecológica de Peñalolén, es perfecto para la pandemia. Es como campo, se ve Santiago desde arriba, el aire es más limpio, aunque hace mucho frío. Acá tengo mi estudio, mis CDs, vinilos y equipos». Conocedor del territorio y la idiosincrasia chilena, el hombre que también grabó clásicos como ‘Rebel rebel’ de Bowie y ‘Blue monday’ de New Order, ha tejido una estrecha relación con la industria y el medio local, fortalecida desde el año 2013 cuando decidió asentarse definitivamente en el país. «Me gusta Chile. Vine como ocho veces antes de vivir acá. Me gusta el sur, Biobío, Los Lagos. Me enamoré de una chilena y tengo dos compañías acá: Proaudiotec y Mapa Records con Clara Silva», comenta en un español indivisible de su acento británico. – Tu primer trabajo en Trident Studios fue con David Bowie en su mejor momento a mediados de los setentas. ¿Cómo te sentiste entonces, siendo tan joven? – Bueno, mi primer gran trabajo fue servirle un té. Estaba muy nervioso porque era un fan de él desde Ziggy Stardust. En la época de “Diamond Dog” me tocó conocerlo y fue emocionante. Mi trabajo entonces era manipular cintas, todavía no la mesa, fue un trabajo técnico. John Phillips de The Mammas and The Pappas confío en mí para pasar a la mesa y grabé las voces de la banda sonora de “The Man Who Fell To Earth” (1976). En esta época hay mucho invento de técnicos. Cada estudio tiene un equipo de mantenimiento, de investigación y desarrollo, y nosotros teníamos algunas de las consolas más famosas. Era una época donde estaban pasando muchas cosas. – En ese contexto aparece con fuerza el punk, que reacciona a la generación de músicos del rock clásico y que implica otro tipo de grabación. ¿Cómo recuerdas la irrupción del punk en la Inglaterra de mediados de los setentas? – El punk aparece cuatro o cinco años después que empecé a trabajar. Cuando aparece el punk estaba trabajando con los Rolling en “Some Girls”. Ellos vuelven a Inglaterra desde Estados Unidos y se encuentran con el punk, que reactiva la escena. Mucho grupo con mucho entusiasmo, como los Sex Pistols con buena producción y grupos como Crass que eran anarquistas, que no es que no tuvieran talento, pero se revelan con más entusiasmo que otra cosa a los grupos como Genesis o Yes. En el fondo vuelven al rock n’ roll, con tres acordes o un acorde a veces. Querían más calle que escuela. – ¿Y a ti te gustó el punk? – No mucho, a mí me gustan cosas de después, como XTC, bandas con la energía del punk, pero más pop. – Esas bandas también significaron un cambio en la grabación. Ahí te encuentras con New Order y lo digital. – Empezaron los ochentas con gran expectación. A mí me gusta lo análogo, a mucha gente le gusta, pero para quienes trabajamos en esto, siempre hay un gusto por la próxima experiencia y buscar la perfección. En los ochentas vi grupos como Pet Shop Boys, Orchestral Manoeuvres in the Dark, grabé a New Order y me encantó. Hay bandas que no me gustan nada, por la repetición de cajas y bombos todo el tiempo igual, como ABC, grupos muy plásticos en su sonido y muy difícil de trabajar. Pero New Order es todo lo contrario. Toda mi expectativa de calidad, sin ruido, fue con ellos. Esperando a unos amigos En agosto de 1981, cuando el punk ya había cambiado las reglas del rock y el postpunk abría una nueva edad dorada para el pop anglosajón, los Rolling Stones –adultos, aburguesados y anticuados para las nuevas generaciones británicas– lanzan el que se transformó en el segundo disco más vendido de su carrera –luego de “Some Girls” (1978)– y en un éxito de crítica hasta el día de hoy: “Tattoo You”. Barry Sage estuvo ahí. Ya estaba desde “Some Girls”, que lo recuerda como un álbum que cambia la carrera de los Stones, al situarlos nuevamente en Inglaterra y hacer frente a las nuevas músicas emergentes en la juventud. «En “Some Girls” hay una reacción al punk, en parte por comentarios de Johnny Rotten que decía que Mick Jagger era un abuelo, porque tenía 40 años. 40 años no es nada, pero en esa época si era ser mayor. Si tú escuchas “Some Girls” hay mucho de punk, no en ‘Miss you’ que es una canción disco, pero en ‘Respectable’ donde Mick Jagger toca guitarra y él no es guitarrista, entonces son acordes sencillos, básicos», cuenta Sage y agrega, «el disco anterior, “Exile on Main Street”, es una cosa más americana, pero “Some Girls” es volver a Inglaterra, incluso con un acento inglés. La portada también tiene una cosa punk. Fue un riesgo y funcionó». Una vez lanzado “Some Girls” y el menos recordado “Emotional Rescue” (1980), Barry viaja con el grupo a Francia y conoce de cerca la dinámica de la banda cuando comienzan ciertos roces internos nada fáciles de lidiar para el equipo. “Tattoo You” significó un enorme desafío en producción, grabación y mezcla, al intennar darle uniformidad a un álbum surgido de retazos y demos olvidados. Pero éxitos como ‘Start me up’ y ‘Waiting on a friend’ se encargaron de elevarlo a la categoría de éxito comercial y clásico del rock. La banda de rock activa más importante de la historia –en aquel momento– no estaba dispuesta a soltar la corona, aún cuando los patrones del rock y el pop miraban en sentido opuesto. – Han pasado 40 años desde el lanzamiento de “Tattoo You”. ¿Cómo fue grabar el disco con la banda en ese momento tan complejo? – Es un disco de outtakes. ‘Start me up’ es una canción de principios de los setentas y se convirtió en su single más importante y de mayores ventas. Este disco se grabó en diferentes estudios, porque se hizo a retazos. Además, en esa época Mick y Keith empezaron a tener diferencias. El boxset de este disco será un disco de extras sobre un disco de extras (ríe). Es un poco raro, porque ya es un disco de extras. Chris Kimsey me invita a grabarlo, de hecho, de él fue la idea de hacer este disco. En mi casa tengo demos y casetes con tomas del disco, algunas muy antiguas. – En ‘Start me up’, el single monumentalmente exitoso de los Stones, tocas las palmas del estribillo. ¿Recuerdas ese momento? – Sí, una de esas noches de grabación Mick me dice que necesita una toma de palmas para el estribillo. Estábamos en invierno y con mucho frío en Paris y aplaudíamos para darnos calor, así salió. – ¿Cómo era el ambiente en el estudio de grabación? – Tengo emociones encontradas. En general súper bien, con Keith, con Charlie, Ron y Mick, que es fantástico. “Some Girls” lo grabamos en un solo estudio, como seis meses grabando más de 80 canciones, como una banda. “Tattoo You” fue diferente, porque yo me tenía que quedar hasta muy tarde, dos o tres días, a veces durmiendo bajo la mesa. En esta época había mucho sexo, drogas y rock n’ roll, entonces la vida era muy dura, el ritmo de trabajo era muy exigente y yo tampoco fui un santo y eso no era vida. No tenía la plata ni los recursos para mantener esa vida con los Rolling Stones, así que luego vuelvo a Londres y comienzo a trabajar con otras bandas y eso era más mi vida. “Tattoo You” fue una gran experiencia, pero un poco loco para mí. – ¿Cómo recuerdas el rol de Charlie Watts en la banda? – Era el que tenía los pies en la tierra. Una persona noble que tenía tiempo para otras personas. Un trabajador que hacía bien su trabajo, con mucha ambición, con sus colecciones de artes, negocios de caballos. Mick y Keith son más íconos, porque son los compositores y son muy famosos, pero Charlie tiene muchas más flechas en su bolso, cosas que no se saben y los Rolling Stones son solo una parte de su vida. – ¿Cómo te enteraste de su muerte? – Fue un shock. Una pérdida grande, no solo como un Rolling Stone, como una persona muy simpática, un caballero y muy amable. Una persona muy especial en el mundo. No sé para ti, pero para mí, siento que sufriendo tantos años con su enfermedad y en una vida de espectáculo, trabajando por el mundo, tuvo una buena vida. – La banda anunció continuar con sus fechas anunciadas tras su partida. ¿Qué te parece? – Tienen 12 conciertos en Estados Unidos, con un contrato antes de la pandemia y eso es una obligación. No sé qué pasará después. Vi en Facebook que tocaron para un multimillonario en una fiesta privada y para mí es un poco innecesario. Tal vez sea un gran amigo, pero ellos no necesitan hacer estas cosas. Pero no creo que paren, a menos que tengan problemas de salud. Tanta gente por delante, que nadie me vio – Tu historia con Chile comienza en 1994, con Nicole. – Estoy en Madrid por un par de años y Tito Ávila (extecladista de Los Enanitos Verdes) me llamó para mezclar el disco “Esperando Nada”. En esa época estaba BMG y después de Nicole, me invitan a grabar “Play” de Solar, el disco de Glup! (1999) y de Upa! (“Punto Infinito”). Ahí fui conectándome con los grupos chilenos. Nicole era una niña, tenía 17 años y estaba su mamá. Tengo buena relación con ella. Mezclé “Esperando Nada”, “APT”, “20 años de Nicole” –que fue donde vi a mi esposa por primera vez–, y “Panal”. No trabajé en “Sueño en Tránsito” porque Cerati tenía su propio equipo, lo mismo que “Viaje Infinito”, que lo hizo con el sello de Madonna. Me encanta Nicole, me gustan todos sus discos. Soy muy popero. – También tienes una relación muy cercana con Alejandro Gómez. – Somos muy, muy amigos. Trabajé con Solar, también en Alamedas. Él es un artista un poco indie, nunca ha sido muy famoso y me gusta trabajar con él. Lo quiero mucho. – ¿Qué te parece el rock hoy? Sobre todo considerando que el pensamiento general dice que ya no se recuperará de haber perdido el sitial que tuvo hace décadas como música predominante en la juventud. – Hay otra generación hoy, especialmente en Latinoamérica. Mucha gente quiere música del caribe, como el reggaetón, trap y cumbia. Chile tiene una historia más folclórica y más de rock, pero hay mucha gente que se va más fácil por las playlists de fiesta. Los niños preadolescentes es lo que más escuchan. Me encanta el rock, el problema es que hay grupos emergentes, que yo he grabado, pero la industria ya no existe como antes, el marketing no existe. Estoy trabajando con buenos grupos, pero la televisión solo tiene programas musicales como Yo Soy, The Voice, estas cosas como de show de talentos. Mi última casa fue en Ñuñoa y cuando pasaba a preguntar en La Batuta quiénes tocaban, eran solo bandas tributo. – ¿Con qué grupos nuevos estás trabajando? – Estoy trabajando con un chico que se llama CeDe de Concepción que es muy bueno. Su nombre real es Christian Díaz y tiene una producción como Tame Impala. Hay otros grupos en Concepción, que eran parte de un concurso que se llama Incubadora, está Julia Smith, Intrusos, Pulso Natural. Hay un grupo electrónico que se llama We Walk de Coquimbo. Hay muchos grupos acá, un chico que se llama Paisano, Ale Vorágine. Todos muy bien. Es imposible determinar si el rock tiene un futuro. Ojalá sí, hay mucha gente que quiere que eso pase, pero le pasó a las big bands y a Frank Sinatra antes, que fueron cambiados por el rock n’ roll en los sesentas, es natural. Tengo fe en la música y afortunadamente con esto de la explosión digital la gente puede seguir creando música, escuchando música, aunque la industria colapse. Pero tengo un poco de miedo de que se pierda el valor de la música y la gente no pueda vivir de eso y se dedique solo como hobbie. – Hablando de lo digital y volviendo al inicio de esta conversación, ¿te acomoda la explosión de la grabación digital versus lo análogo en que te criaste? – Hoy todo es muy comprimido por culpa del mp3 y lo digital ya no tiene calidad. No hay mayor rango dinámico y la gente quiere todos los artistas en sus teléfonos y para eso debes comprimir. A mí no me gusta, por eso todavía creo en los CDs o en los super CDs (SACD), que son posibles y que tienen alta fidelidad. Pero la gente prefiere tenerlo todo, en vez de calidad. Se ha perdido el gusto por escuchar música. Tags #Barry Sage #Rolling Stones #Tattoo You # Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. 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