Congreso: la historia de un viaje La gran celebración de sus 50 años Lunes, 26 de Agosto de 2019 Sábado 24 de agosto, 2019 Teatro Caupolicán «Les quiero dar las gracias, ojalá sean 50 años más». Díez minutos para las nueve de la noche se reprodujo el primero de los videos grabado por fanáticos y seguidores de Congreso, que el grupo había solicitado meses antes por sus redes sociales. Las palabras iniciales son el sentimiento personal de un joven llamado Jaime Lillo, que abrió la tanda, pero que representaba el sentir transversal de todo el Teatro Caupolicán: de los mayores y contemporáneos de la generación hippie, de los jóvenes que los han conocido como referentes inequívocos de la música popular chilena e incluso de los niños a quienes Pancho Sazo dedicaría honestas palabras a lo largo del show. Los anuncios de que serían 50 canciones y que habría importantes invitados miembros del pasado del grupo, incrementaban la emoción y las expectativas en los asistentes. Tras 20 minutos de videos (en donde también aparecieron Claudio Parra, Pedro Aznar, Edita Rojas y el pintor Bororo), el grupo ingresa al escenario descendiendo desde una tarima alfombrada y elegantemente vestidos, con plena conciencia de su estelaridad, no sólo en este show, sino dentro del espacio ganado tras 50 años de trabajo ininterrumpido y que todavía los tiene girando y creando. Este show representaba la culminación de una extensa celebración de un año, con una notable campaña de redes sociales y prensa, montajes de ballet, shows de homenaje y un tour que los haría realizar 50 espectáculos por todo Chile. La prestancia no podía ser menor. ‘Canción por encargo’, ‘A las Yeguas del Apocalipsis’ y ‘Cacharpaya’ abrieron el concierto. De ahí en más los momentos estelares, explosivos y emotivos, fueron tejiéndose en un espectáculo con un guión sólidamente armado y con un soporte audiovisual pensado como un relato anacrónico de la biografía de la banda. Un calendario al costado del escenario avanzaba y retrocedía años dando pie para diversas secciones del show, como cuando retrocede a 1989 para interpretar ‘El trapecista’ –primer momento coreado de la noche– y ‘Para los arqueólogos del futuro’. Luego avanza a 1992, la época de “Pichanga” –disco compuesto en base a los antipoemas de Nicanor Parra, con motivo de promoción de los derechos del niño–, de donde fueron interpretadas ‘El error consistió’, ‘Ya no sueño’ y ‘No se diga que somos hispanoamericanos’. O hacia la tercera hora del show, saltando a 2017 para interpretar sus nuevos clásicos como ‘Premio de consuelo’, ‘La canción que te debía’ y ‘El Rey Midas’. El imaginario poético de Congreso se hizo carne en momentos claves, donde el desplante escénico y el apoyo audiovisual conjuraron un lenguaje multimedia con los diversos pasajes de la historia de la banda. Como cuando al final de la interpretación de ‘Pájaros de arcilla’ ingresa la Banda Conmoción, con un carnaval fúnebre, a medio andar entre el realismo mágico y la psicomagia jodorowskiana; o cuando se interpretan las canciones de su disco “Los Fuegos del Hielo” –ballet dedicado a la cultura selknam– y un bailarín recrea la danza original presentada en 1992 para la ‘Canción del último hombre’; o la tierna actuación solitaria de Hugo Pirovic al celo con una marioneta leyendo ‘Entonces fue cuando le preguntaron’ del disco “Pichanga”; las percusiones tribales con danza afro al final de ‘En todas las esquinas’ que llevaron al público directamente a 1989; el homenaje sobrio a Jaime Vivanco, con la música de ‘Cero problema’ y barquitos luminosos prendidos desde el público; o las actuaciones de Simón González en ‘Días atrás un árbol me preguntó’, Claudio Araya en ‘El festejo Tatana’, Magdalena Matthey en ‘Pasillo de amor’ e Isabel Parra en ‘Canción de la Verónica’, como hiciera en su disco 25 años de música de 1994. En este juego, los momentos más significativos del viaje fueron tres saltos en particular. Primero 1981, con Joe Vasconcellos, Ernesto Holman y Ricardo Vivanco interpretando al Congreso de los 80 con ‘Hijo del diluvio’, ‘Viaje por la cresta del mundo’ e ‘Hijo del sol luminoso’, esta última, con todos los músicos en escena, celebrando el primer himno de la banda. El segundo, el viaje a 1969, con Fernando González, Patricio González y Fernando Hurtado, que junto a Tilo González y Pancho Sazo, revivieron su primera formación y los años de jóvenes quilpueinos. Canciones como ‘Maestranza de noche’, ‘Tus ojitos’, ‘El cielito de mi pieza’ y ‘Vuelta y vuelta’ sonaron sentidas y humildes, como si el sonido del teatro hubiese regresado a la década del 70. Uno de los momentos más emocionantes del show. El tercero fue 1995, con Jorge Campos y el Congreso del álbum “Por amor al viento”, posiblemente, el más rockero de su carrera. ‘Heroína de N.Y.’ y la emocionante ‘Viaje por una ilusión’ –cantada por Campos y el teatro en su totalidad–, recordaron a ese poderoso colectivo que fue Congreso en la década de 1990. Pero, además de los invitados, la banda del presente también demostró su envergadura en momentos claves del concierto, sobre todo el colosal frontman que es Pancho Sazo, a estas alturas, un insuperable en su rol dentro de aquella generación. Lúdico y espontáneo, bromeó con su edad, se colgó sorpresivamente una guitarra eléctrica para hacer un solo en la colérica ‘Hay una mirada’, galanteó con ironía en ‘Sus ojos no me dejan de mirar’ y, como es costumbre, resignificó ‘Ángel donde estás’ agregando a la coda toda la fuerza de ‘While my guitar gently weeps’. Tilo también brilló con la enormidad de su tamaño en la dirección del grupo, organizando a los músicos y el sentido de espectáculo narrativo del show, sin abandonar el escenario en las cuatro horas y con interpretaciones perfectas en ‘Pájaros de arcilla’ y el cierre de ‘Canción por la paz’. Hugo Pirovic y Raúl Aliaga agregaron los timbres que hacen tan característicos al grupo, con momentos estelares individuales como los mencionados ‘Entonces fue cuando le preguntaron’ y ‘El festejo de Tatana’ y los más jóvenes, Sebastián Almarza y Federico Fauré, ya sin nada que demostrar, fueron parte de la celebración, con toda la impronta de ser una pieza clave en la arquitectura sonora actual del grupo. Tan históricos como cualquiera de los otros integrantes. A las 1:00 am terminaba el show, luego de cuatro horas y alrededor de 20 músicos en escena. Ningún momento faltó. Ningún álbum quedó fuera. Y, como tantas veces insistieron, nadie fue olvidado. La celebración de los 50 años de Congreso cumplió todo lo que prometió, no desde el punto de vista del espectáculo o la calidad musical –me atrevo a afirmar que no existen dudas sobre aquello–, sino, como un viaje por una historia maravillosa y multicolor, de más de 20 músicos, 17 discos y cientos de canciones, todas importantes y todas con sentido. Parece increíble, pero luego de casi 50 canciones incluso quedó material fuera que perfectamente pudieron interpretar y es que, al terminar el concierto, no puede pensarse sino otra cosa: Congreso tiene canciones para la vida entera. Son la patria musical y la institución más sólida de la música popular chilena. Ya son eternos. Cristofer Rodríguez Fotos: Peter Haupt Revisa la galería de imágenes en este enlace. Tags #Congreso # Congreso # Pancho Sazo # Tilo González # Banda Conmoción # Nicanor Parra # Joe Vasconcellos # Ernesto Holman # Ricardo Vivanco # Magdalena Matthey # Isabel Parra Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Rock Noticias El rock se lució en la Semana de la Educación Artística Viernes, 26 de Mayo de 2023 Rock Noticias Celebramos el regreso de The Mars Volta a Chile con pack imperdible Viernes, 26 de Mayo de 2023 Rock Noticias Royal Blood anuncia su cuarto álbum con el single 'Mountains at Midnight' Viernes, 26 de Mayo de 2023 Rock Noticias Carlos Cabezas estrena video con La Banda del Dolor Viernes, 26 de Mayo de 2023 Rock Clásicos Europe Viernes, 26 de Mayo de 2023 Rock Galerias Kraftwerk Viernes, 26 de Mayo de 2023 Rock Noticias 'Devil in Disguise': Rancid presenta nueva canción Jueves, 25 de Mayo de 2023 Rock Clásicos The Cure Jueves, 25 de Mayo de 2023