Ozzy Osbourne: Una leyenda más cerca de crecer que del retiro El Madman deleitó una vez más a su público chileno Martes, 29 de Marzo de 2011 Movistar Arena 28 de marzo de 2011 Sepultura Ya se ha perdido la cuenta de cuántas veces el combo thrasher brasileño ha visitado nuestro país, pero lo cierto es que Sepultura se ha transformado como un comodín siempre a mano cada vez que se requiere realzar un show de metal. Son el as bajo la manga que ya han teloneado en Chile a grandes leyendas como Metallica, Faith No More y Anthrax, entre otros. Como sea, lo que todo el mundo espera y anhela, es la mentada y ansiada reunión de la formación original, esa con los hermanos Cavalera, pero el guitarrista Andreas Kisser es un tipo testarudo y no da su brazo a torcer. De todas formas, el cuarteto como siempre se mandó un show solidísimo y consistente, con un sonido realmente notable para un telonero y su conexión con Ozzy se remonta a 1992 cuando abrieron la gira norteamericana “No More Tours” y luego estuvieron presentes en la primera edición del Ozzfest en un ya lejano 1996. En su hora exacta de actuación, desenpolvaron un playlist de “grandes éxitos”, esos temas indelebles que no pierden su potencia con el paso del tiempo (aunque extrañen ser ejecutados con dos guitarras en vivo como antaño), como ‘Refuse/Resist’, ‘Dead Embrionic Cells’, ‘Troops of Doom’, ‘Escape to the Void’, ‘Territory’, ‘Innerself’ hasta el final con ‘Roots Bloody Roots’. Incluso, el grupo tocó material realmente primigenio hasta del álbum “Schizophrenia” (1987), cuando su sonido incorporaba elementos del death metal. También hubo un adelanto de su próximo álbum “Kairos” producido por Roy Z (Halford, Bruce Dickinson). La banda sonó granítica y brutal y el vocalista Derrick Green, el bajista Paulo Jr. y el gran Jean Dolabella en la batería junto al “Jefe” Kisser disfrutaron de su show con una sonrisa de oreja a oreja, pues el público nacional siempre los recibe de gran forma. Ya son como de la casa y cumplieron su papel de dejar la mesa servida para el impresionante show del “Madman” que vendría sólo unos minutos después. Ozzy Osbourne Será el “rey de las tinieblas”, el “príncipe oscuro” o el “caballero del mal”, pero más allá de la tenebrosa imaginería metalera, la verdad es que a Ozzy Osbourne la gente lo quiere más que al Papa. Ayer no tuvo más que aparecer sobre el escenario, con esa cara de loco, de un tipo que está poseído hasta la médula, para que este público aparentemente rudo terminara coreando su nombre como si se tratara del cumpleaños del abuelo de la familia. Para los que todavía no se enteran o vienen llegando tarde a este cuento, habrá que aclarar que este británico de 62 años es mucho más que el caballero de pulso tembloroso y con la mente en la luna que aparecía en la tele lidiando con un verdadero zoológico familiar. El viejo y querido Ozzy lleva más de cuarenta años publicando discos y llenando arenas, es una leyenda viviente del rock pesado y es además, con toda justicia y todas sus letras, uno de los músicos más influyentes de la música popular de las últimas décadas. Pero lo que hace de verdad entrañable al hombre que se presentó anoche ante diez mil personas en el Movistar Arena, es que precisamente en la edad en que muchos piensan en los días de júbilo y del reposo en casa, él decide seguir en la carretera, rockeando como un cabro chico y dejando la vida en cada lugar que visita. Anoche partió un set de quince temas y noventa minutos de duración con un clásico de 1983: 'Bark at the Moon'. El vertiginoso riff de entrada de Jake E Lee, hoy en manos del también virtuoso guitarrista Gus G (la última “adquisición” de Ozzy y que ayer supo brillar con luces propias), sonó fuerte por los parlantes y quedó claro de entrada que esta sería una noche muy distinta a la vivida en abril de 2008, durante el último show de Ozzy en suelo chileno. No siempre es fácil deducir si el entusiasmo es genuino o parte de un guión de profesionales de este negocio. Pero Ozzy parecía estar particularmente contento de volver a Santiago y, algo que está fuera de elucubración, es que estaba en mucho mejor forma que hace tres años. Mención aparte merece su banda de acompañamiento, que ayer tocó con una precisión de manual un repertorio que incluyó cinco temas de Black Sabbath (desde 'Iron Man' hasta 'War Pigs', pasando por 'Rat Salad' y la notable 'Fairies Wear Boots'); además de cortes recientes como 'Let Me Hear You Scream', incluida en el disco que justifica esta gira, y más clásicos de su historia de solista en los ochentas como 'Crazy Train', 'Suicide Solution', 'Mr. Crowley' y 'Shot in the Dark'. Ozzy Osbourne terminó empapado, muerto de risa y recreando ese clásico gesto de llevarse una mano a la oreja izquierda para esperar un coro que siempre llega y que habla tanto de un cariño entrañable como de un respeto feroz por su entrega. No es para menos: el de ayer fue el concierto que Chile siempre esperó del “rey de las tinieblas”. De una leyenda que, por lo visto anoche, está más cerca de crecer que del retiro. Mauricio Jürgensen Nota Sepultura: Cristian Pavez Tags #Ozzy Osbourne # 2011 # Chile # Sepultura # Gus G Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Rock Shows Black Pumas: las segundas partes son siempre las mejores Jueves, 16 de Mayo de 2024 Rock Noticias Marilyn Manson reaparece con nuevo teaser Jueves, 16 de Mayo de 2024 Rock Noticias CL. Rock confirma a Static-X y Samael Jueves, 16 de Mayo de 2024 Rock Shows Austin TV: música que salva y sana Jueves, 16 de Mayo de 2024 Rock Noticias Lados B y grandes éxitos: De Saloon agenda show especial Jueves, 16 de Mayo de 2024 Rock Galerias Black Pumas - Chronicles of a Diamond Tour Jueves, 16 de Mayo de 2024 Rock Galerias Austin TV + Sistemas Inestables Jueves, 16 de Mayo de 2024 Rock Clásicos Iron Maiden Jueves, 16 de Mayo de 2024