Styx: regreso al río del infierno

El veterano quinteto de rock progresivo de Chicago, alguna vez conocido como los "Queen de Estados Unidos", regresan con uno de los mejores discos de su carrera. El espléndido "Crash of the Crown" nos da la excusa para detenernos en uno de los capítulos más curiosos y freak de la música popular de Estados Unidos.

Por Francisco Ortega

Billy Corgan suele definirlos como "el tesoro mejor guardado de Chicago". El vocalista y líder de The Smashing Pumpkins, reconocido fan del venerado quinteto que toma su nombre del río del infierno, sabe de lo que habla. Su propio trabajo está repleto de guiños y citas a sus coterráneos; de hecho "Mellon Collie and the Infinite Madness" le debe mucho más a "Paradise Theatre", el LP conceptual de 1981, que a "The Wall", de Pink Floyd, como muchos se apresuraron a adjetivar en 1995.

Styx es un capítulo particular de la historia del rock norteamericano. Adorados por incondicionales, bombas atómicas de estadios y arenas, parodiados en The Tonight Show (grande Paul Rudd), reconocidos por colegas y murmurados en secreto por músicos indies que los versionan en vivo o estudio como si fueran un placer culpable: espléndido es el cover de 'Come Sail Away' de Olivia Holt, y subrayado también aparece el sampleo del puente de 'Mr. Roboto' en la intro de 'Common People' de Pulp; pero despreciados por la crítica musical en un relato que sólo tiene paralelo con Toto y Rush. Mas como siempre sucede con el buen arte, es el tiempo y la calidad la que se impone a las opiniones.

La historia de Styx comienza oficialmente en 1972, cuando el pianista y vocalista Dennis DeYoung se une a la batería y el bajo de los hermanos John y Chuck Pannozo y a los guitarristas James J.Y. Young y Todd Sucherman para dar vida a una banda de rock progresivo inspirada en Emerson, Lake & Palmer; Yes y King Crimson. Tras barajar varios nombres optaron por identificarse con el río Estigia (Styx en inglés), curso de agua que cruza el infierno según la mitología griega y "La Divina Comedia" de Dante, pieza literaria preferida de DeYoung. Curioso resulta acá el dato de que versionaron la pieza 'Fanfare for the Common Man' varios años antes que el trío de Keith Emerson. Sin embargo la respuesta del público norteamericano al rock progresivo de Styx no fue la esperada. El género era visto como monopolio de los ingleses y salvo el caso de Kansas, pocas bandas gringas conseguían la gloria en el estilo, al menos de una manera pura.

Es en 1976 cuando comienza el real despegue del grupo. Tras la salida de Sucherman, la bacante es llenada por el veinteañero Tommy Shaw, un virtuoso guitarrista de Missouri que llevó el sonido de la banda hacia un rock más pesado y orgánico, producto de su formación en el blues del sur de los Estados Unidos. Los teclados y el piano dejaron de ser el sello del sonido y entró la guitarra como reactor principal. Vale aquí aclarar que junto con Rush, Styx debería ser apuntado como uno de los puntos nodales del Metal Progresivo; sin ellos no habría Dream Theater ni nada de lo que vino después.

Los Queen de Estados Unidos

Es Tommy Shaw quien firma la edad de oro de la banda, la época de las arenas agotadas y de los discos multiplatinos; también la del sobrenombre de "los Queen de USA", calificativo que no tenía nada de gratuito. Ambas bandas llevaban el barroquismo al extremo, mezclaban géneros, decoraban las canciones con coros polifónicos e incluso la similitud entre los tres vocalistas estaba ahí, a la vista de los amantes de la comparación: Dennis DeYoung descollaba la fuerza operática (y el piano) de Freddie Mercury, Tommy Shaw la dulzura potente de Brian May y James J.Y. Young podía llegar a igualar los falsetes altos de Roger Taylor. Eddie Trunk de "That Metal Show" subrayaría al respecto, «con la diferencia que Styx sí interpretaba en vivo sus juegos vocales, sin necesidad de cintas pregrabadas como Queen».

Entre 1977 y 1983, desde "The Grand Illussion" a "Killroy Was Here", los de Chicago publicaron una seguidilla de cinco discos absolutos, coronados por himnos progresivos y hard del tamaño de los rascacielos de su ciudad natal. Piezas en las que desfilaron algunas de sus obsesiones más autorales: la fantasía ('Lord of the Rings'), la historia oculta de los Estados Unidos ('Suite Madame Blue'), los ovnis y secuestros extraterrestres ('Come Sail Away'), la ciudad de Chicago ('The Best of Time') y las distopías donde las máquinas conquistaban a la humanidad ('Mr. Roboto') —sí, casi un proto Muse—, pero también los encontrones creativos entre la mirada más rockera de Tommy Shaw, que terminó imponiéndose a las inclinaciones operáticas y pro Broadway del líder original Dennis DeYoung, quien deseaba llevar a Styx hacia "el rock wagneriano" de su amigo Jim Steinman, el cerebro tras Bonnie Tyler y Meat Loaf.

La colisión fue absoluta tras el lanzamiento de "Killroy Was Here", el LP comercialmente más exitoso del grupo y que reventó los charts mundiales con el single 'Mr. Roboto'. El álbum, una pieza conceptual ambientada en unos Estados Unidos futuristas y distópicos, en la que un ex músico llamado Killroy iniciaba una revuelta contra las autoridades y sus guardias mecánicos, una tropa de androides de guerra fabricados en Japón llamados Robotos (idea bastante parecida a la de "2112" de Rush) cimentó aun más el muro entre DeYoung y Shaw y Young. Los dos últimos renegaron del trabajo, por el predominio de los teclados sobre las guitarras, lo confuso de la historia y sobre todo por 'Mr. Roboto', canción que encontraban ridícula a tal punto que se negaron a tocarla en vivo, motivo por el cual en la gira "Caught in the Act" (1983-84), esta era “mostrada” en una mini película antes del inicio de los conciertos.

Vida después de la muerte

El quiebre gatilló la ya obvia salida de Dennis DeYoung quien inició una exitosa carrera solista, cuya cumbre fue la balada 'Desert Moon', todo mientras Styx se sumía en un periodo de crisis tras crisis. La inesperada muerte del baterista John Pannozo en 1996 y el contagio de SIDA de su hermano, el bajista Chuck Pannozo, los condujeron a un estado de muerte en vida. Por casi tres décadas, la banda sobrevivió en giras, asociaciones extrañas (como el breve supergrupo Reo Styxwagon del año 2000), olvidables discos de covers e incluso un momentáneo regreso de Dennis DeYoung, que terminó con más peleas que las de 1983: otra vez la negativa de sus compañeros a interpretar la odiada 'Mr. Roboto'.

 

Fue en este periodo de giras, cuando Tommy Shaw y James J.Y. Young conocieron al cantante, tecladista y multiinstrumentista escocés/canadience Lawrence Gowan (su banda Gowan teloneó a Styx en 1997) y hallaron en él a la persona idónea para llenar el lugar dejado por Dennis DeYoung. Coincidencia o curso del río infernal, pero su llegada se dio en paralelo con una inesperada valorización de la banda. Un par de canciones fueron usadas en series de Marvel, los personajes de South Park versionaron 'Come Sail Away', tema que además fue incluido en la banda sonora de tres películas independientes: "Las Vírgenes Suicidas", "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos" y "Her", trayéndolo de regreso a los charts e impulsando sendos tours de grandes éxitos tanto de Styx, como de Dennis DeYoung en solitario. A propósito de DeYoung, el pianista exiliado aprovechó la marea para estrenar un par de musicales en Broadway, uno de ellos inspirado en "El Jorobado de Notre Dame", además de colaborar con Tom Morello, quien luego le devolvió la mano poniendo guitarras a su álbum "26 East Vol.1" del 2021.

Y hay más. El mundo distópico del disco "Killroy Was Here" apareció como uno de los multiversos del personaje Flash de DC Comics –con “Robotos” incluidos– y el actor Paul Rudd (Ant Man) se convirtió en hit de YouTube con su parodia/homenaje a la canción 'Too Much Time in My Hands', donde imitó y dobló a Tommy Shaw, declarándose luego un gran fan del Styxverso. La misma canción fue uno de los éxitos del video juego Guitar Hero, mas tal vez lo más curioso fue que 'Mr. Roboto' resucitara como himno gay en los clubes electrónicos de Berlín, gatillado por su aparición en un comercial de VW y por su letra acerca de ser "diferente".

Larga así una tercera etapa para el grupo que se cimenta en 2017, con la edición de "The Mission", placa que firmó con hechos concretos que Styx estaba bastante vivo. El LP, una suite conceptual semi instrumental que relata los pormenores de una misión a Marte no sólo traía de regreso las obsesiones intergalácticas del conjunto, sino que los asumía como lo que eran, una madura banda de rock progresivo que debía aceptarse como tal, sin necesidad de sonar modernos. Gowan además los reconcilió con sus propios fantasmas. No sólo las relaciones con Dennis DeYoung volvieron a ser cordiales, aunque no al nivel de un posible regreso, sino que ahora y por primera vez en su carrera, interpretan en vivo (sin películas ni cintas pregrabadas), “Mr. Roboto”; prólogo perfecto para el brillante "Crash of the Crown", con ventaja uno de los retornos discográficos más destacados del 2021. Hoy los de Chicago no sólo brillan con su trabajo más logrado en casi 40 años, también con la mejor placa publicada por veteranos del prog rock en mucho tiempo. Sí, a ustedes les hablo Yes y Jethro Tull.