Los Vidrios Quebrados

1967. UES Producciones

Es innegable que Los Vidrios Quebrados desempeñaron un papel crucial como verdaderos pioneros en la escena musical chilena, no solo durante la década de los 60, sino también a lo largo de la historia. Fueron de los primeros en adoptar el estilo garage y la psicodelia como estética sonora, influenciados principalmente por la invasión británica con bandas como The Rolling Stones, The Yardbirds, The Dave Clark Five, The Kinks y The Byrds. A pesar de solo haber lanzado un único álbum, titulado "Fictions" (1967), su impacto es innegable. Este trabajo se destacó por estar compuesto únicamente de material en inglés de su autoría propia, prescindiendo así de covers -un enfoque poco común entre sus contemporáneos-. Pero su atrevimiento se extendió más allá, desafiando al status quo al usar el pelo largo y vestimentas coloridas, tomando como inspiración directa el estilo mod europeo. "Fictions" ejemplifica este atrevimiento y esta audacia juvenil: un testimonio de puros sonidos ácidos y voces comprometidas con la situación social de la época.

La brillante ‘Oscar Wilde’ abre esta gran obra, que se distingue por su bien lograda composición musical, debido a las armonías de voces y a las guitarras rifferas de Juan Mateo O'Brien y Héctor Sepúlveda, que están a la par de cualquier producción británica. Además de su logro sonoro, es transgresora en su enfoque al abordar temas como la homosexualidad del escritor. ‘Qué importa el tiempo’ y ‘Una manera de vivir’ son similares en ese sentido, simples, concisas, pegajosas y efectivas. ‘En tu mirada’ emana esos bellos arreglos vocales tan sesenteros que te trasportan directo a 1967, al igual que ‘La primavera de Miss L.O'B.’ que es mucho más nostálgica y danzante.

Llegada la mitad, nos encontramos con la canción que da título a este disco: ‘Fictions’. Un tema garajero de manual al estilo de The Yardbirds, con una guitarra que recuerda a los arreglos iniciales de Jeff Beck. ‘Concierto en La menor, Opus 3’ nos lleva en otro viaje al estilo pop barroco, con espectaculares armonías vocales enriquecidas por el uso del clavicordio y la flauta. Parecida, pero no igual a ‘Introducción a la vida, narrada por el tío Juan’, que es simplemente preciosa. Le sigue la alegre ‘Palabras y palabras y palabras’, de base media country y a ratos folk realzada por la presencia intermitente de una armónica a mitad del tema. Si la anterior a ratos era folk, ‘Las dos caras del amor’ cae de lleno en ese género, rozando con elementos de The Beatles en la época de “Help!” (1965), aunque totalmente reinterpretados en su estilo.

En la antesala del cierre, se encuentran mis favoritas y dos piezas que generaron controversia en el contexto chileno de ese entonces: ‘Se oyen los pasos’, por una parte, retoma el pop psicodélico y se escucha casi como un himno poético del despertar de la juventud inconformista; y por otra está ‘Como Jesucristo usó el suyo’, otro canto emblema de esta misma índole. Dejarse el pelo largo en 1967 en Chile era sinónimo de rebeldía, ya que, como señala la canción, quienes llevaban el pelo corto eran aquellos que provocaban la guerra. Sin embargo, Los Vidrios Quebrados se aferraban a la creencia de dejarse crecer el cabello, tal como lo hicieron Jesús, Albert Einstein, Salvador Dalí y Miguel Ángel.

“Fictions” es de esas joyas semiocultas que capturan la sociedad antes de la dictadura, y son el reflejo de una juventud ávida de un gran despertar en los albores de los años 70. Un álbum que no solo sirve como un cimiento musical que nos permite comprender la evolución y el espíritu de aquel tiempo, sino que también se convierte en un testimonio de la innovación que guiaron a toda una generación en búsqueda de una voz, expresión y transformación. No es casualidad que en 2008, la edición nacional de la revista Rolling Stone colocara a este trabajo en el puesto número 14 de los mejores discos chilenos de todos los tiempos, es la confirmación de la importancia que sigue teniendo en la memoria colectiva de Chile.

Bárbara Henríquez