Paal Nilssen-Love

2019. PNL Records

 

Al día siguiente de la presentación registrada en “New Japanese Noise” y en el mismo festival Roskilde de la lejana Dinamarca, aparece la particular muestra realizada por el otro quinteto seleccionado por el baterista noruego Paal Nilssen-Love, el que presenta diferencias visibles con su gemelo editorial. Si bien la guitarra de Kiko Dinucci se vuelve a hacer presente, los vientos de Akira Sakata son reemplazados por el saxo alto del noruego Frode Gjerstad, vientista que visitó nuestro país en el año 2017. Así también, la dupla de ruido japonesa es reemplazada por los brasileros Felipe Zenicola en bajo eléctrico y Paulinho Bicolor en cuica, un especial instrumento similar a un tambor aunque ejecutado a través de fricción y cuyo timbre se identifica inmediatamente con la música del enorme país sudamericano, siendo elemento esencial para darle el concepto al disco.

 

El bajo ondulante de Zenicola, la percusión demoníaca de Nilssen-Love y el avance salvaje de Gjerstad comandan la velocidad inicial de ‘Biggles and the Gun-Runners’, pieza de agresivo free-rock a la que se suma la guitarra dislocada de Dinucci y el timbre onomatopéyico de la cuica de Bicolor, dándole un matiz efusivo y vital. Son feroces ocho minutos entre los que aparece una voz tribal y mítica, una especie de súplica que colma de primitivismo a la improvisación. Luego, el sucio riff de Dinucci abre ‘Beating Back Pain’, la que se va colmando de pasión y delirio a través del insistente protagonismo del instrumento de Bicolor, conectando su carioca sonido con lo realizado por Arto Moreira en el funk del Miles Davis de “Big Fun” (1974), aunque los de Nilssen-Love impregnan la pieza de velocidad y de una provocadora actitud punk. 

 

‘Rural Rides’ se inicia con la suciedad eléctrica de la dupla de cuerdas de la banda, las que coquetean con la abstracción a través de técnicas extendidas que se desarrollan hasta encontrarse con una voz que entona una balada de características típicamente brasileras, una samba de ruido entre espasmos sonoros dibujados sin forma y con esa conocida idiosincrasia melódica que se encuentra entre el júbilo y la tristeza. Luego, el saxo alto de Gjerstad reaparece y enciende ‘Five Dollars and a Jug of Rum’, sobrevolando un campo de repetitivo ruido rítmico. La pista se detiene y permite una nueva sección de cuerdas con la cual comienza una atmósfera cáustica y primitiva, la que se profundiza en la más breve ‘Restless’, una pieza de estridente inicio debido al corrosivo bajo de Zenicola pero que su desarrollo transforma en un oscuro jazz ambiental.

 

En el comienzo de ‘Fruit of the Lemon’ se continúa con el paisaje etéreo, persistiendo en la búsqueda de un clima silvestre y arcaico. El sonido de la cuica pareciera el ulular de un animal furtivo y secreto que se beneficia del caos de plantas y flores, contagiando la percusión de Nilssen-Love, la que se vuelve rústica, como si se tratara de un ritual selvático y profano. La electricidad se posa nuevamente sobre la improvisación, volviéndose incisiva y repetitiva, una perspectiva frenética interrumpida por una voz que anuncia y repite la frase ‘Pick a Time’, dándole nombre a la pieza que cierra el disco y que se inicia con un nuevo solo de cuica en las manos de un efusivo Paulinho Bicolor, para luego plantear un dialogo frenético con el saxo alto de Gjerstad, quien repiquetea salvajemente como citando al estilo de Steve Lacy y su clarinete barítono. La rapsodia luminosa de la naturaleza.

 

Carlos Navarro A.