Novum

2017. Eagle Rock Entertainment

La portada del debut homónimo de Procol Harum y la de su nuevo disco son ramas que vienen del mismo tronco. Se podría esperar que, dada la estética compartida, hubiese similitudes también en cuanto a sonido, pero el que ansíe un regreso a la psicodelia de antaño se llevará una desilusión. Que las ilustraciones de ambas tapas se parezcan no tiene que ver con el estilo musical, sino con la historia que separa al primer álbum del grupo de este "Novum", concebido a raíz del aniversario número 50 de su carrera. Musicalmente, la complejidad de la ópera prima supera ampliamente a la de su décimo tercer trabajo de estudio, mucho más económico en sus ideas. Como sugiere la letra de la nostálgica Don t Get Caught , una canción que mira al pasado, el hambre de la juventud va decantando.

Esta es la cuarta vez que el cantante Gary Brooker invoca al espíritu de Procol Harum desde mediados de los setenta, cuando la alineación clásica de la banda se disolvió. Eso sí, la actual lista de integrantes lleva alrededor de una década tocando en vivo, aunque dos de sus miembros (el guitarrista Geoff Whitehorn y el bajista Matt Pegg) están junto a Brooker desde los noventa. El principal cambio presentado aquí es la salida de Keith Reid como letrista. La complicada labor de reemplazar a la persona que escribió todas las canciones anteriores del grupo, A Whiter Shade of Pale incluida, recae en Pete Brown, conocido por sus colaboraciones con Cream, entre ellas, la mismísima Sunshine of Your Love .

Probablemente, la mejor noticia que trae "Novum" es que la voz de Gary Brooker sigue siendo un instrumento de primera línea, impávida ante el hecho de que el pasado reciente de su dueño ha sido complejo, con dos accidentes graves que lo mantuvieron alejado de la música por un buen tiempo desde la salida del disco anterior, "The Well s On Fire" del año 2003. Es más, en las partes blueseras del nuevo repertorio, como I Told On You , Image of the Beast o la épica Can t Say That (acaso la mejor canción de todo el ramillete), los niveles de testosterona de las interpretaciones de Brooker ameritan paralelos con el fallecido Joe Cocker. Al otro extremo se encuentra la porción melancólica del álbum, donde Brooker transmite una intrincada mezcla de vulnerabilidad y sapiencia que merece detenimiento: son cualidades poco reivindicadas al estar asociadas con la vejez (casi una mala palabra cuando se trata de rock y, en general, de música popular), pero que hacen de "Novum" una experiencia sobrecogedora en Last Chance Meal , Soldier y sobre todo Sunday Morning , fuertemente orquestada y, por ende, evocadora de recuerdos del querido Procol Harum sinfónico. En suma, un regreso digno al estudio, aunque lo realmente interesante estará, sobra decirlo, en los conciertos de aniversario que dará el grupo.

Andrés Panes

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