Steve Hillage: los profundos rastros de la psicodelia británica La historia sin fin del músico inglés Domingo, 15 de Noviembre de 2015 En la tradición del rock inglés, debe ser difícil encontrar una historia musical tan apasionante como la del guitarrista, cantante y compositor, Steve Hillage. Integrante de Gong en su época más importante y gestor de algunos de los discos del rock espacial más sólidos de todos los tiempos, Hillage ha sido un constante explorador musical en sus más de cuatro décadas de trayectoria. Parte fundamental de la psicodelia europea, de la escena de Canterbury y del rock progresivo en general, el guitarrista también ha incursionado en profundidad en la electrónica e, incluso, en la música funk. En una extensa conversación, pudimos desentrañar algunas de las claves de la obra de un gigante del rock de todos los tiempos. A continuación, las palabras de Steve Hillage. -Este año lamentablemente falleció el líder de Gong, Daevid Allen ¿Qué sentimientos tuviste al enterarte de su partida y cómo fue tu relación con él en Gong y después, en los años posteriores? -Estoy contestando estas preguntas en Deia, Mallorca, España, lugar donde Daevid Allen, Gilly Smith y Kevin Ayers, pasaron mucho tiempo. De hecho, fue en este lugar, exactamente el 10 de abril de 1966, donde Daevid tuvo la “poderosa visión” de los Octave Doctors y el Planeta Gong, punto de partida para la célebre “Radio Gnome Trilogy” de Gong. Así que pienso que mientras te respondo, Daevid se encuentra aquí, entre nosotros. Miquette (se refiere a su pareja y compañera musical de largos años, Miquette Giraudy) y yo estábamos en Tokio cuando ocurrió el deceso de Daevid. En esa ciudad japonesa, existe la misma zona horaria que en Australia, así que nos enteramos muy rápido de la noticia. Por supuesto que fue muy triste perder a un viejo amigo, aunque no fue algo inesperado, porque estábamos muy conscientes de la gravedad de su enfermedad. Como debes saber, hace algunos años estuve trabajando con Daevid y el resultado fue la maravillosa “Gong Family Unconvention” en 2006, un evento que permitió a todos los integrantes de Gong estar juntos otra vez. Fue un período grandioso, que incluyó dos extensas giras y la concreción del nuevo disco, “2032”. En 2012, Daevid tenía algunas ideas de cómo debería seguir el camino de Gong, pero no estuve de acuerdo, así que decidí retirarme nuevamente de la banda. Hubo algo de fricción entre ambos en ese momento, pero pronto pudimos solucionarlo y seguimos siendo muy cercanos amigos hasta el final. La última vez que vi a Daevid fue en noviembre de 2013 en Japón. En esa oportunidad, tuvimos una extraordinaria velada juntos, intercambiamos ideas, contamos historias y solo hubo buenos sentimientos entre los dos. -Vamos al pasado Steve. Solo con el disco “Space Shanty”, Khan se convirtió en un clásico del rock espacial. ¿Qué nos puedes contar de esa época, de la experiencia con esa banda y del único álbum que grabaron? -Khan fue básicamente mi proyecto solista. Comencé a desarrollarlo en la ciudad inglesa de Canterbury, donde iba a la Universidad. Siempre será mi primer álbum y representa el punto de partida de mi carrera musical. Sin duda, tiene muchas influencias del estilo “canterburiano”. Cuando comencé a trabajar en Khan tan solo tenía 19 años y fue una labor que conllevó mucha presión para un músico que recién estaba comenzando su trayectoria. Sin embargo, era lo que realmente quería hacer, así que estaba muy entusiasmado y enfocado en aquella música. De hecho, escribí mucho material mientras estaba en Canterbury, cosas más locas y psicodélicas que nunca llegué a grabar. Si alguna vez tengo la oportunidad de hacerlo, me gustaría escarbar en ese material y, eventualmente, poder editarlo. Sería maravilloso ver en que podría terminar algo que compuse hace tantos años. Los chicos malos de Canterbury -Khan y otras bandas en las que participaste, además de los discos de tu obra temprana, son consideradas de la escena de Canterbury ¿Te sientes partes de esa escena tanto estilísticamente y por cercanía personal o espiritual con algunos músicos de ese lugar? -Estuve en Canterbury entre 1969 y 1971 y, definitivamente, había una escena musical y un estilo definido. Este se reflejaba en ciertos tipos de melodías y progresiones de acordes, que no usaban los tiempos clásicos de la música pop en 4/4. Ahí también pude ver con claridad lo que era la quintaesencia del estilo vocal británico y ese humor rápido y extravagante presente en sus letras. Había una red muy definida de músicos que se conocían entre sí y que a menudo tocaban juntos. Esto último es, simplemente, un hecho histórico. Entré a la Universidad de Kent en Canterbury, en algún grado por accidente, por la burocracia de las universidades en el proceso de admisión. Estando ahí, rápidamente descubrí que estas bandas con base en Canterbury, tenían una pequeña pero próspera escena musical. Ellos revitalizaron en mí el interés por hacer música y pronto conocí a algunos de sus miembros, en particular de Caravan. De hecho, fue gracias a la gestión de ellos, que conseguí mi primer trato discográfico, que me llevó a fundar Khan. Había una escena también en la misma Universidad. La banda de Barbara Gaskin, Spirogyra, fue importante en todo aquello. Presenté a mis amigos de Egg, en particular a Dave Stewart, en la red de Canterbury y, más tarde, también a Chris Cutler de Henry Cow. Siempre me sentí atraído por la idea mítica de Canterbury, como el lugar de peregrinación y punto de encuentro. Además está cerca de Francia y había mucha reciprocidad. De hecho, muchas de las bandas de Canterbury tuvieron largas y prolíficas relaciones musicales con los franceses. Gong es hasta ahora un fenómeno internacional único, pero es un hecho histórico que estábamos fuertemente enlazados con la escena de Canterbury, en particular porque Daevid Allen fue uno de los fundadores de Soft Machine. Kevin Ayers tocó con Gong por un período y tenía nexos cercanos con la banda. Pip Pyle es uno de los bateristas legendarios de Gong. Tenía contactos con Pip y Kevin antes de unirme a Gong. Robert Wyatt participa en el álbum de Daevid, “Bananamoon”. Más recientemente, Daevid había formado un proyecto con Hugh Hopper y Chris Cutler, llamado Brainville. La lista de conexiones es larga. Por otro lado, existe cierta extravagancia y fantasía en un buen número de canciones de Gong, que están muy conectadas con el estilo de Canterbury. Tal vez podríamos decir que Gong fueron los “chicos malos” de la escena de Canterburry. -Hablemos de tu primer disco solista “Fish Rising”, un clásico de la psicodelia, con una visión espiritual y ecológica muy potente, ¿qué recuerdos tienes de la época de ese disco, cuál era su filosofía y cómo era el ambiente social y artístico donde se desarrollaba todo esto? -La mayoría del material de “Fish Rising” comenzó a gestarse antes de que me uniera a Gong y estaba pensado como el segundo álbum de Khan que, como te decía, era básicamente mi proyecto solista. Pero en el otoño de 1972, decidí que era muy prematuro comenzar una carrea independiente con todas las presiones que aquello implicaba. Tenía tan solo 21 años. Así que detuve Khan y comencé a tocar con Kevin Ayers, quien fue el que directamente hizo que me uniera a Daevid Allen en Gong. La primera vez que estuve con Daevid fue en Londres, en octubre de 1972. Al mismo tiempo, estaba en contacto con Virgin Records, quienes me dijeron que les interesaba mi trabajo solista. Así que cuando me uní a Gong, ya tenía la idea de hacer un disco propio para Virgin. Solo estaba esperando el momento adecuado. En mis momentos libres mientras estaba con Gong en 1973/74, seguía trabajando en mis canciones y desarrollando ideas nuevas. Paralelamente escribía material para Gong, pero mi estilo solitario era diferente, ya que en la banda las composiciones iban mutando con la improvisación e interacción entre los numerosos músicos. En el verano de 1974, sentí que era el momento de entrar a los estudios Manor de Virgin para comenzar a grabar mi nuevo disco, con algunos de los músicos de Gong. Así que en esencia, “Fish Rising” es una mezcla del inacabado segundo álbum de Khan, con fuertes influencias de Gong en relación al sonido más psicodélico y las letras orientadas a la espiritualidad. Su filosofía básica no fue muy diferente a la de Gong, pero tal vez, expresada de una manera más intelectual. -Tú eres un guitarrista bastante único en el contexto del rock británico ¿Cuáles fueron tus influencias y a quién podrías nombrar como referencias para tu trabajo? -Siempre digo que me influencia número uno es la de Jimi Hendrix. Adoro sus tres primeros álbumes y tuve el privilegio de verlo en vivo en cinco ocasiones, incluyendo dos en el Marquee Club, donde estuve a dos metros de él y pude ver todo. Lo importante en Hendrix no era solo la forma en que tocaba, sino que la increíble energía que fluía a través de él como un viento cósmico. Aprendí mucho de aquellas experiencias. Otra gran influencia en mi juventud fue John Coltrane, específicamente su interpretación de ‘My Favourite Things’. Amó la escala que usa, con algunas notas de la escala mayor y algunas inflexiones orientales. Aprendí a hacer aquello en la guitarra y fue clave a la hora de definir mi propio estilo en mi instrumento. Hay numerosos otros músicos que te podría nombrar como influencias, pero ellos dos son definitivos. -Me gustaría profundizar en la era de la trilogía de Gong en los 70, con “Flying Teapot”, “Angel’s Egg” y “You”. ¿Qué nos puedes comentar de ese período tan prolífico en lo creativo, de tu relación con los demás integrantes de la banda y del trabajo en los discos mismos? -Al momento de unirme a Gong en enero de 1973, fue una fantástica montaña rusa de creatividad. La nueva formación de la banda con Pierre Moerlen en la batería, Mike Howlett en el bajo, Didier Malherbe en flauta y saxo, Tim Blake en sintetizadores y yo en guitarra, fue un núcleo brillante de creatividad, que escribió música maravillosa. Cuando Daevid y Gilli Smith regresaron en mayo de 1973, la súper nueva versión de Gong se completó. Comenzamos a trabajar en lo que serían los discos “Angel’s Egg” y “You” y nos mudamos desde Francia a Inglaterra, además de firmar con Virgin Records. A través de todo ese período estuvimos continuamente girando y tocando increíbles, pero a veces caóticas presentaciones en vivo. Gong era una gran banda integrada por personalidades fuertes y volátiles. Creo que era inevitable que nos empezáramos a desgastar en cierto punto. Primero Gilli dejó el grupo para cuidar a sus hijos, viniéndose donde estoy yo ahora, a Deia, Mallorca. Después, Tim Blake tuvo una fuerte pelea con Daevid y dejó Gong a principios de 1975. Finalmente, el 10 de abril de 1975 –en el aniversario de su poderosa revelación de 1966-, Daevid decidió que ya no podía continuar. La disolución fue difícil para mí, ya que mientras ocurrían todos los problemas, estaba concentrado trabajando en “Fish Rising”. Por mi parte, de verdad quería que la banda permaneciera unida, pero en ese punto, me sentí impotente para influir en la situación interna del grupo. Tras seis meses en la banda sin Daevid, decidí que era hora de alejarme y regresar a mi carrera solista. -Participaste con Mike Oldfield en el fundamental álbum “Tubullar Bells”. ¿Qué recuerdos de esa experiencia te quedan y cómo fue trabajar con Oldfield? -Conocía a Mike Oldfield, porque lo reemplacé en la nueva banda de Kevin Ayers en el otoño de 1972. Él quería dejar de trabajar con Kevin, porque deseaba enfocarse en su proyecto solista, que más tarde se convertiría en “Tubullar Bells”. Cuando grabamos el álbum “Flying Teapot” de Gong en los estudios The Manor en enero de 1973, Mike se quedaba trabajando por las noches después de nuestras sesiones, así que estábamos al tanto de lo que estaba pasando. Es importante entender que nadie en ese momento imaginaba que el álbum que Mike estaba creando se convertiría en un gran suceso comercial. Por nuestra parte, pensábamos que era interesante, peculiar, inteligente y original, pero nadie vaticinó que sería un éxito de ventas. En esa época, Virgin estaba comenzando y Richard Branson, puso mucha fe y energía en “Tubular Bells”. Antes de la edición del disco, me invitaron a participar en un show en vivo especial en Londres para promocionar el lanzamiento, con un montón de otros músicos como Mick Taylor de The Rolling Stones. Tuve que aprender la partitura muy rápido y, paralelamente, estaba muy ocupado con Gong. Fui a ver a Mike a The Manor y, como en una especie de milagro, me aprendí mis partes en dos horas. Creo que estaba muy impresionado de lo rápido que me las arreglé. El concierto de Londres en junio de 1973 fue un gran éxito y pocos días después, nos dimos cuenta que “Tubullar Bells” generaría un impacto masivo. Fue un momento de gran emoción. Más tarde en ese mismo año, repetimos la perfomance para el canal de televisión de la BBC, que la puedes encontrar en youtube. En 1974, Mike se estaba poniendo nervioso de tocarlo en vivo de esta manera, así que la reemplazó por la versión orquestal en un gran concierto en Glasgow, Escocia. Un nuevo hogar musical -“For To Next/And Not Or” fue otro paso en tu carrera, cada vez más cerca de una electrónica sintetizada, en el contexto del post-punk ¿Crees que ese disco fu tu manera de expresar esta nueva era en tu trabajo? -Paré de girar y de tocar en vivo y pasé dos años muy activos en 1980-81, como productor de otros artistas. Paralelamente, estaba con la idea de grabar un nuevo disco, pero esta vez sin una banda. Solo Miquette y yo usando secuencias, pistas programadas y una drum machine Linn. También toco el bajo en algunos tracks. “For To Next/And Not Or” representó sin duda un paso decisivo entre nuestro trabajo con bandas y nuestro futuro proyecto electrónico System 7. Estoy muy satisfecho con las canciones del disco y también siento que significó una evolución en mis líricas. Además hay buenas partes instrumentales. En algún momento, me gustaría volver a mezclar el álbum. -Con System 7, definitivamente tu música se acercó a una electrónica más urbana ¿Cómo fue esa evolución desde el rock espacial clásico a esta nueva forma de electrónica? -Estaba interesado en hacer mi trabajo en guitarras con teclados y sintetizadores desde un principio en mi carrera. Cuando mi trayectoria comenzó con Khan, nuevos sintetizadores iban apareciendo, como el EMS VCS3 y el moog. Al mismo tiempo, estaba desarrollando un personal uso del delay en la guitarra. Me dedicaba por horas a experimentar con mis unidades de ecos y cuando el tiempo quedaba fijo, se producía una pureza especial, una especie de mandala musical. No era posible conseguir esa misma pureza con una batería en vivo, porque el beat hecho por un humano siempre varía. Así que desarrollé un interesante mecanismo electrónico de tiempos fijos, como una caja de ritmos para el eco de mi guitarra. Aún disfruto mucho de tocar con un buen baterista, pero es una diferente tipo de arquitectura musical la que logras con los tiempos fijos. Mientras los 70 avanzaban, me convertí en un fanático de los ritmos motorik, implementados por grupos alemanes como Neu!, con un baterista que tocaba como una máquina. También me metí seriamente en el funk, escuchando música de George Clinton y Parliament-Funkadelic. Todo progresó desde ahí. A fines de los 70, estaba algo cansado de las constantes giras y las grabaciones con la Steve Hillage Band. Así que me tomé un descanso y, como te decía, me metí de lleno como productor de otros artistas. Al mismo tiempo, a mediados de los 80, lo que quedaba del movimiento artístico y filosófico de la psicodelia se alejó de la música rock y se incorporó en la electrónica. Esto se convirtió en una verdadera explosión con el arribo del acid house. Así que para mí y otros amigos psicodélicos, ese fenómeno significó encontrar un nuevo hogar musical. Pero era algo que había estado construyendo hace mucho tiempo. -¿Qué nos puedes comentar de la colaboración de System 7 con la banda japonesa Rovo? ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con ellos y cuál es tu visión del resultado final? -Conocemos a Rovo desde 2002. Hemos tocado en festivales con ellos en Japón y compartimos el mismo director visual para algunos videos. Yuji Katsui, que toca el violín eléctrico, es el principal motor de la banda y ha participado en varios registros con nosotros, incluyendo en “2032”, el álbum de Gong que editamos en 2009 y “Up In” de System 7 de 2011. Cuando le pregunté a Yuji si le interesaría hacer algo juntos, me propuso que hiciéramos un tour por Japón, haciendo un set combinado de Rovo con System 7, así que creamos algunas piezas juntos. Esa gira, que hicimos en el otoño de 2011, fue un gran éxito y decidimos hacer un álbum íntegro, con música nueva. El disco, titulado “Phoenix Rising” salió en el otoño de 2013, el que nos llevó a una nueva gira por Asia y Europa en la primavera de 2014. Si bien hicimos una sonido bastante denso, el proyecto es, a mi juicio, una de las más avanzadas fusiones entre performance en vivo y beats programados. El proyecto se mantiene en pie y espero hagamos un nuevo tour y, tal vez, otro álbum. -“L”, “Motivation Radio”, “Green” y “Rainbow Dome Musick” son los discos que cierran tu trabajo en la década 70 ¿Cuál es la evolución más musical que se fue dando en estos discos y cómo recuerdas esos años de importante creatividad? -Luego de dejar Gong debía resolver algunos asuntos complicados con respecto a mi relación contractual con Virgin. Ellos habían apoyado con gran dedicación a Gong y algunos de los miembros de la banda, entre ellos yo, sentíamos que el sello estaba dejando de lado nuestras carreras solistas. Así que me las arreglé para convencer a Richard Branson que tenía que seguir mis instintos creativos para hacer buena música. “Fish Rising” había tenido bastante éxito, de hecho, más del esperado. Así que Virgin comenzó a apoyarme activamente en mi trabajo como solista y pronto, nos enteramos que Todd Rundgren estaba interesado en producir mi próximo álbum. Sentí que era una fantástica oportunidad y puse toda mi energía y entusiasmo en mi próximo trabajo. El resultado final fue la edición del disco “L”, que me dejó muy contento. Hasta septiembre de 1973 me mantuvo en giras constantes con una nueva versión de la Steve Hillage Band. Al mismo tiempo, como te comentaba, había comenzado a escuchar música funk con mucha pasión y con algunos amigos, creamos una nueva empresa de sistemas de sonido llamada Turbosound (ahora llamada Funktion One). Esa fue mi siguiente evolución. En nuestro tour norteamericano a principios de 1977, conocí el pionero de los sintetizadores Malcolm Cecil, quien había hecho un innovador trabajo de producción junto a Stevie Wonder. Me pareció que sería el productor perfecto para concretar mis ideas más enfocadas en la electrónica pura y el funk. El resultado fue el álbum “Motivation Radio”, que es uno de mis discos favoritos de todo este período. Poco después hice “Green”, un trabajo que, de alguna manera, combinó mi nuevo acercamiento al funk, con el estilo de Gong y de “Fish Rising”. “Green” fue co-producido por Nick Mason de Pink Floyd. “Rainbow Dome Musick” fue un proyecto especial para una exhibición orientada a la espiritualidad y, con el tiempo, se ha transformado en un clásico de la escena moderna de la psicodelia, la electrónica e, incluso, el ambient. Luego fue el turno de “Open” donde me moví más aún hacia el funk y la música disco, pero siempre con mi propio estilo vocal e instrumental. Hay grandes canciones en ese álbum y, no hay duda, que desde “Motivation Radio” mi música comenzaba a tomar nuevas dimensiones, que con el tiempo, se concretaron en System 7. -Finalmente Steve ¿Cómo fue la experiencia de trabajar en el disco de Ozric Tentacles “Spirals in Hyperspace” en 2004? No cabe duda que Ed Wynne te debe montones en su estilo como guitarrista. -Fue muy entretenido participar en ese disco de Ozric Tentacles. Ed Wynne es un buen amigo. Estoy de acuerdo con que el enfoque general de la banda ha sido influenciado por Gong y por Steve Hillage Band, pero específicamente como guitarrista, pienso que Ed tiene un estilo muy distinto al mío, más cercano al jazz. También te comento que he tenido una larga y prolífica relación con la banda Eat Static, integrada por los ex miembros de Ozric Tentacles, el baterista Merv Pepler y el tecladista Joie Hinton. Eat Static comenzó a tocar techno psicodélico en la misma época que empezamos con System 7 y hemos tocado en vivo en numerosas ocasiones. -Muchas gracias Steve por una entrevista tan completa. *Steve Hillage se presenta en Chile junto a Gong el próximo 08 de diciembre de 2020 en el teatro Nescafé de las Artes. Conoce los detalles aquí. Héctor Aravena A.- Tags #Steve Hillage # Khan # Gong # System 7 # SteveHillage Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Vanguardia Shows Squid: tentáculos y simpleza Viernes, 17 de Mayo de 2024 Vanguardia Galerias Squid Viernes, 17 de Mayo de 2024 Vanguardia Noticias Resonancias Records lanza su primer compilado en cedé Viernes, 17 de Mayo de 2024 Vanguardia Noticias Productora ofrece devolución de entradas tras bochornosa presentación de Ariel Pink en Santiago Jueves, 16 de Mayo de 2024 Vanguardia Shows Austin TV: música que salva y sana Jueves, 16 de Mayo de 2024 Vanguardia Galerias Austin TV + Sistemas Inestables Jueves, 16 de Mayo de 2024 Vanguardia Galerias Ariel Pink Jueves, 16 de Mayo de 2024 Vanguardia Clásicos The Beach Boys Jueves, 16 de Mayo de 2024