Wayne Hussey: Euforia entre sombras

Domingo 13 de mayo, 2018
Teatro Coca-Cola City

¿“Cuál quieren escuchar”?, pregunta con decisión Wayne Hussey, luego de volver al escenario en el segundo bis. El show lleva casi dos horas, pero no parece estar cercano a terminar. Al contrario, se eleva hacia el clímax de la jornada, con coros animosos entre los fanáticos y varios haciendo muestras de éxtasis.

El público se anima a pedir su favorita a punta de gritos, mientras la voz de The Mission, quien anoche se presentó como solista en el Teatro Coca-Cola City, va seleccionando las sugerencias de los asistentes. Escoge y toca, en una suerte de tocata a la carta. Así de cercano, así de animoso. Y es que pareciera que los factores que él considera a la hora de armar un listado de canciones jugaron a favor de los presentes. Ya lo contó a este medio, previamente, al ser consultado sobre qué tenía pensado para el setlist: “Depende de cuánto vino beba, de cuánto haya bebido la audiencia y qué quieran que toque, o depende de si ganó el Liverpool ese fin de semana, o si es que perdieron”. Y todas las variables se juntaron: su equipo derrotó 4-0 al Brighton por la Premier League, el público lucía entusiasta y él, cada vez que podía, lubricaba su garganta con algunos sorbos de alcohol.

Las más de dos horas de show comenzaron a las 20:12 horas, cuando el músico arribó al escenario, con sus gafas oscuras y una chaqueta ceñida, que le daba un carácter de estrella de rock madura. Eligió una de las guitarras que estaban dispuestas para  el espectáculo y partió. Tras el arranque con ‘I’m Falling’, rápidamente introduce una versión acústica de ‘Severina’, una de las principales obras del disco “God s Own Medicine” de The Mission. El himno de rock gótico ochentero es reconocido rápidamente por los asistentes, que la vitorean. El repertorio avanza similar al ofrecido hace algunos días en el Roxy de Buenos Aires.

El músico luce cómodo en el formato acústico, donde lo sombrío de su trabajo sigue presente. Es más, su garganta abraza con fuerza los tonos altos, mientras que en los bajos, toma similitud a alguna versión de Johnny Cash. Es en este relajo que el músico toca la acústica, el piano, la eléctrica, para luego volver a la primera. También va introduciendo pistas de percusiones, que hacen que la entrega quede sin vacíos. Luego de interactuar con la audiencia, lo que se fue replicando cada vez más a medida que el show avanzaba, entrega en el piano una conmovedora versión de ‘Dragonfly’. Antes del primer bis, cae uno de los momentos altos de la noche: Hussey se arroja con ‘Wasteland’, otro de sus clásicos. Pero juntando acordes en común la transforma en ‘Lucky’ de Radiohead, para luego pasar a ‘Like a Hurricane’ de Neil Young. Por si fuera poco, luego la engancha con ‘Personal Jesus’, en un arrojo de covers de primera línea. Finalmente, retoma ‘Wasteland’ al cierre, en una muestra de maestría que saca la ovación más grande hasta ese momento.

La íntima jornada, que incluso tuvo al público cantándole el "cumpleaños feliz", acaba con los fanáticos mostrándole todo su respeto. Hussey podrá tener menos popularidad que algunos de sus contemporáneos, pero en este rincón cuenta con seguidores que, entre sombras, rinden fidelidad.

Juan Pablo Andrews
Fotos: Peter Haupt Hillock

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