Nü Metal: ¡Rompiéndolo todo!

La convulsión del Grunge a principios de los 90 proporcionó un ecosistema ideal para que lo alternativo fuera el centro de mesa en el banquete sónico auspiciado por una industria que siempre buscó de manera incansable la próxima moda. En su momento, el Nü Metal lo rompió todo con Korn, Deftones, Limp Bizkit, System of a Down y Slipknot a la cabeza, una bocanada de aire fresco que se convirtió en la voz de toda una generación y que hoy en día vuelve a estar en la palestra viviendo una segunda juventud.

Por Cristian Pavéz y Pablo Cerda

Hace algunos años el concepto “Nü metal” estaba desvalorizado. Bueno, nunca fue del agrado de los fanáticos del Metal más clásico o extremo, ya que, para muchos, era una mera moda maqueteada por MTV, bandas de mentira jugando a hacer riffs pegajosos para tener sus 15 minutos de fama sin causar un verdadero impacto en el género. Sin embargo, han pasado más de dos décadas y la nostalgia ha hecho lo suyo. Se cruzó el cariño por los “viejos buenos tiempos” con la adultez de esos que eran jóvenes en el 2000 y el dominio actual de lo urbano en lo estético y en lo musical. De repente, el Nü metal ya no se ve tan mal.

Tal y como ocurre con muchos otros estilos, hay ciertos lineamientos que parecieran ser difusos en torno al Nü Metal. ¿El estilo aglomera a todo el Metal “nuevo” que apareció a principios de los 2000? Por supuesto que no, dejamos fuera a Lamb of God o Avenged Sevenfold, esa es harina de otro costal. El Nü metal tiene un sonido y una estética definida. Su fórmula de “rap + metal” se puede rastrear comenzando con las cruzas creadas por Rick Rubin en Def Jam, germen del que saldría la colaboración entre RUN-DMC y Aerosmith o de Kerry King de Slayer con los Beastie Boys. Public Enemy con Anthrax en ‘Bring The Noise’ también marcaron un hito para toda una generación que vio cómo las estrictas normas de la música heavy se rompían en mil pedazos. El cóctel de rap, rock, metal, funk y experimentación de Faith No More fue otra pieza clave para allanar un camino por el que transitarían Biohazard, Dog Eat Dog y, puntualmente, Rage Against The Machine. En el lado más duro, Sepultura aparecería con “Chaos A.D” en 1993, bajando los tonos y añadiendo el groove que Pantera introducirá con todo en el mainstream tras su reinvención.

A rey muerto, rey puesto. Mientras los medios lloraban la muerte de Kurt Cobain en 1994, Korn detonaría la próxima bomba que explotaría en la masividad con su disco debut. Tras ellos, no solo el círculo se cerraría con los mismos Sepultura elaborando uno de los discos clave de esta nueva oleada como “Roots” en 1996, sino que llegarían Deftones, Limp Bizkit, System of a Down, Coal Chamber, Linkin Park, Mudvayne, Disturbed, Papa Roach, Kittie y un sin número de grupos que flotaron en estado de gracia en un período de al menos 10 años, entre 1994 y el 2004, hasta que las mesas volvieran a girar y la próxima moda llegara para tomar su lugar.

En 2017, el comediante metalero Andrew O’ Neill subestimaba la presencia del Nü Metal en su libro “La Historia del Heavy Metal”, escribiendo que “la nueva generación no ha recuperado este subgénero ni ha hecho un revival, ni le ha dedicado un segundo análisis. Es un lugar al que nadie vuelve. Una reliquia abandonada del pasado, como Chernóbil”. Pues se equivocó. Resulta que el género está más vivo que nunca con bandas como Vein, Northlane o Loathe reestructurando sus bases y la vieja guardia como Korn, Papa Roach o los mismos Limp Bizkit tocando su catálogo en festivales o incluso sacando nueva música, gozando de una madurez que hace 20 años se veía tan lejana.

En el presente ranking repasamos 5 hitos del Nü Metal que de seguro activará la memoria emotiva de muchos que recuerdan los días en que estas agrupaciones parecían comerse un mundo que ya no existe, pero que aún es capaz de sobrevivir en los surcos de estas obras. ¿Están listos? Nosotros sí.   

5. Limp Bizkit - "Significant Other" (1999)

 

En 1997, Limp Bizkit soñaba con entrar en las grandes ligas y su carta de presentación “Three Dollar Bill, Y'all” ofrecía una banda furiosa y con potencial para sumarse con todo a sus futuros compañeros de ruta. Canciones como ‘Pollution’, ‘Counterfeit’ y el cover de George Michael ‘Faith’ sentarían las bases de lo que terminaría de explotar en el siguiente “Significant Other” de 1999, la llave maestra que les abriría las compuertas de la popularidad y transformaría Fred Durst y sus muchachos en celebridades a tiempo completo. Llegó al número 1 inmediatamente en Estados Unidos y entró al Top 10 en el Reino Unido, superando con creces todo lo que habían logrado con su debut. Lo que hacía tan especial a Limp Bizkit era que su propuesta juntaba lo más violento del metal y del hip hop y lo convertía en verdaderos himnos para ser cantados por las masas, todo gracias a la contundencia de la base rítmica conformada por el guitarrista Wes Borland, el bajista Sam Rivers y el baterista John Otto, la parte más rockera y convencional, si se quiere, que trabajaba a toda máquina produciendo un groove contagioso. En el apartado más ligado al hip hop aparece DJ Lethal en las tornamesas, quien trabajaba a la inversa de lo que hacía Tom Morello en Rage Against The Machine, o sea, los scratch no eran un agregado más, sino que eran pensados como un elemento rockero, tanto así que usaba amplificadores Marshall para llevarlos al directo. El encargado de hacer que estos dos mundos funcionaran de manera mucho más consolidada era precisamente Fred Durst, a quién no hay que quitarle méritos musicales por más que la sobreexposición le haya valido una avalancha de críticas y polémicas que desvirtúan su aporte (incluyendo años más tarde su falso romance, inventado por él mismo, con la actriz Halle Berry protagonista del video ‘Behind Blue Eyes’ el cover que Limp Bizkit hicieron de The Who).

A diferencia de muchos contemporáneos, Durst pensaba las líneas vocales desde las rimas y desde la rítmica hip hopera, a lo que le añadía esa voz limpia trastornada que era muy clásica de la época y le sumaba guturales en las partes más elevadas. Estéticamente, la portada de “Significant Other” también mira hacia la cultura hip hop y su gráfica graffitera, pero esta vez de una manera mucho más icónica y representativa, con el gorro de los New York Yankees como un chiche visual tan reconocible como su contenido musical. ‘Nookie’, ‘Break Stuff’, ‘Re-Arranged’ y ‘N 2 Gether Now’ fueron cuatro singles estratosféricamente exitosos y demostraron que la banda tenía la pasta suficiente para llevarse el premio gordo con composiciones propias. El desfile de invitados tampoco fue menor. Jonathan Davis de Korn y Scott Weiland de Stone Temple Pilots se unen en ‘Nobody Like You’, Method Man hace de las suyas en la mencionada ‘N 2 Gether Now’, Aaron Lewis de Staind colabora en ‘No Sex’ y el VJ de MTV Matt Pinfield se junta con Les Claypool de Primus en las pistas ocultas del ‘Outro’, una verdadera fiesta de pura extravagancia en el cambio de milenio. Si bien “Three Dollar Bill, Y'all” representa la frescura y el siguiente “Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water” del 2000 encarna su momento de mayor gloria mediática, “Significant Other” es la declaración de principios de Limp Bizkit en estado puro que catapultó su éxito, tomando la temperatura de una juventud hambrienta que recepcionó la ira, la desfachatez y la parranda justo en la cresta de la revolución Nü Metal que abrió el nuevo milenio.

 

 

4. Slipknot – "Slipknot" (1999)

 

El disco debut de los 9 enmascarados de Iowa, tomó al mundo por sorpresa porque no se estaba preparado por entonces para el desmadre sónico y visual de un grupo que fusionaba death metal, thrash metal, speed metal, industrial metal, rap metal y alternative metal todo en uno, y de una manera tan caótica y agresiva, todo ello de la mano de un disco debut producido por el maestro supremo del género Nü Metal como Ross Robinson.

Si bien desde tiempos inmemoriales ha existido el Shock Rock con los impactantes espectáculos en vivo de leyendas como Alice Cooper, Kiss, Marilyn Manson y Rob Zombie, a todo eso Slipknot le sumaba una visceralidad y enajenación propia de una pandilla de orates fugada de un hospital siquiátrico, con sus uniformes de reos y sus máscaras desquiciadas. Hay una historia que dice que antes de grabar este disco, los miembros de la banda fueron a ver un show de Fantomas de Mike Patton ya que eran muy fans de su trabajo, pero también de lo que hacía en Mr. Bungle y Faith No More, y que el impacto de ese concierto ejerció una gran influencia para delinear el caótico sonido que la banda quería capturar. También se dice que el baterista Joey Jordison jugó un papel fundamental como ‘director musical’ en el proceso, ya que convenció a la banda de acortar las partes más experimentales y centrarse más en el gancho y en el groove para hacer temas más directos y matadores, lo que no le gustó al guitarrista Josh Brainard quien abandonó la banda durante la grabación y fue reemplazado por Jim Root.

“El proceso de grabación fue verdaderamente caótico en el estudio; había una agresividad manifiesta que se podía palpar en el aire, y mi misión era canalizar esa agresividad de la mejor forma posible para para capturarla en las canciones, de hecho a Joey solo le tomó tres días grabar todas las baterías del disco; los muchachos estaban totalmente en llamas” cuenta el productor Ross Robinson recordando su experiencia laboral con la banda. Con ese contexto mediante, a la base de ritmos sincopados habitual en el estilo Nü Metal, Slipknot le agregaba a su particular y distintiva receta, el trabajo de dos percusionistas adicionales al aporte de la batería, y también la presencia de dos tornamesistas que incorporan sonidos de samples y scratches a la base musical, dotando al sonido global de la banda de una originalidad que no se había visto antes en el metal, ni en cualquier subgénero de este, y en canciones que son verdaderos escupitajos en la cara como ‘Spit It Out’, ‘Wait And Bleed’, ‘Purity’, ‘Liberate’ y ‘Prosthetics’, se aprecia todo ello, en un sonido que se puede bautizar como “un caos organizado” pero dejando entrever detrás de toda esa locura sónica a músicos de gran calidad como el tremendo baterista Joey Jordison (que lamentablemente falleció en 2021), la ductilidad vocal de Corey Taylor, las afiladas guitarras de Mick Thompson y Jim Root, las percusiones de Shawn “Clown” Crahan y Chris Fehn, los samplers y scratches de Craig “133” Jones y Sid Wilson y el bajo sincopado de Paul Gray, fallecido tristemente en 2010.

Con su disco homónimo Slipknot no solo debutaba a lo grande sino que se establecería rápidamente como una de las bandas más importantes no solo del género, sino de todo el Metal en general y que hoy en día los tiene encabezando su propio “Knot Fest” por todo el mundo, Chile incluido, del cual ya gozamos de una gran primera versión a fines del año pasado. Sin ir más lejos, el disco fue elegido como “el mejor álbum debut de los últimos 25 años” por los lectores de la revista Metal Hammer, lo que refleja el gran impacto y resonancia de la placa hasta nuestros días.

 

 

3. System Of A Down – "Toxicity" (2001)

 

Con su segundo disco y bajo el siempre fulgurante brillo dorado del mega productor Rick Rubin y su sello American Recordings, la banda de descendencia armenia establecida en Glendale, California, y compuesta por Serj Tankian en voz y teclados, Daron Malakian en guitarra y coros, Shavo Odadjian en bajo y John Dolmayan en batería, se tomaron el mundo, literalmente, por asalto con el grandioso “Toxicity”, donde presentaban elementos de múltiples géneros como el folk, el rock progresivo, el jazz, el hip hop, el metal y música oriunda de Armenia y Grecia, todo mezclado en un cóctel sumamente explosivo que los hacía sonar sumamente originales y a la vez peligrosos por el discurso político y social contenido en sus letras. El Rock siempre ha tenido un ingrediente peligroso, contestatario y molesto para la sociedades ultra conservadoras, y SOAD representó todo eso con esta verdadera bomba molotov enlatada en un disco, sin miedo a dar conocer sus ideas, como cuando revelaron que “en Estados Unidos hay más de 2 millones de personas en prisión por el delito de posesión de marihuana, y el estado en vez de mandarlos a rehabilitación, para que superen sus problema de adicción, los mete en una cárcel donde aprenden a cometer delitos muchos más graves y violentos, el estado está creando una escuela de violencia”.

En lo musical, Serj Tankian contaba que “teníamos compuestas 30 canciones para este álbum, pero luego de mucho deliberar y discutir, dejamos las 14 que consideramos más asesinas y patea culos, no queríamos sutilezas, ni baladas, ni momentos tranquilos en el disco; queríamos que sintieras como una piedra te golpeaba la cabeza” recordando la época en que grabaron la placa.

Eran tiempos convulsionados, sobre todo en Estados Unidos porque el álbum fue puesto a la venta solo algunos días antes del atentado a las Torres Gemelas, de hecho, el grupo tenía planeado un show de lanzamiento gratuito del disco, pero que fue prohibido a último minuto por la policía de Los Ángeles, porque el público asistente cuadriplicaba la capacidad permitida del lugar, lo que derivó en seis horas de violentos disturbios en Hollywood, y lo que a su vez influyó en que el disco debutara en el Nº1 del Billboard con 220.000 copias vendidas en 7 días, cifra que se estira hasta el día de hoy a más de 12 millones de discos vendidos en todo el mundo, confirmado la gran influencia y resonancia que logró la banda con uno de los discos más masivos y exitosos en la historia del Nü Metal y que dejó grandes himnos para la eternidad como ‘Prison Song’, ‘Needles’, ‘Chop Suey!’, ‘Toxicity’ y ‘Aerials’, que gozaron de una amplia difusión tanto en radios como en la MTV, cuando en la cadena de cable todavía se podía ver música en vez de reality’s.

Centrándose más en las canciones, con más armonías, más melodías y más partes cantadas en relación a su disco debut homónimo, “Toxicity” rápidamente se convirtió en un disco rompedor, atípico, fascinante y multi cultural, que captó la atención más allá de los márgenes del Metal y que ponía nuevamente a una banda durísima y extrema en todas las radios y cadenas de video, como antes había ocurrido con otros grupos rupturistas, como Metallica, Pantera, Marilyn Manson y Korn. Lamentablemente, la bipolaridad interna de la banda y las opiniones y posturas políticas enfrentadas de sus miembros, nos han prohibido de gozar de una discografía más extensa del grupo que solo tiene a su haber 4 discos, el último, su álbum doble lanzado en 2005, pero todo ello no hace más que resaltar el brillo fulgurante de “Toxicity”, convertido a estas alturas en un disco mítico y legendario, casi imposible de superar hasta para la propia banda, aunque nunca hay que decir nunca.
 

 

2. Deftones – "Around the Fur" (1997)

 

El Segundo disco del, por entonces, cuarteto de Sacramento, fue el que los puso en el mapa y a la postre se trasformó en uno de los discos más esenciales y clásicos del Nü Metal, a pesar de que la banda siempre se ha sentido más cómoda con la etiqueta de ‘Metal Alternativo’, de hecho, durante algún tiempo al grupo también se le denominó como “los Radiohead del Metal”. Al respecto, el guitarrista Stepehen Carpenter contaba que “nunca pusimos mucha atención a los géneros o a las etiquetas, para nosotros todo era Metal, porque incluso en ese tiempo, cuando nosotros comenzamos, esos nombres ni siquiera existían, asi que nos mantuvimos alejados de eso y no estábamos preocupados de hacer un disco de Nü Metal, solo queríamos hacer el álbum más asesino posible pero a la vez que fuera también más sofisticado que nuestro disco debut”.

De la mano del apoyo de Maverick Records (sello del cual una de las dueñas es Madonna), Deftones logró patear la mesa en 1997 con un disco agresivo y controversial, con un título que se podría traducir como “Alrededor del Pelaje” y que mostraba en una sugerente portada, a una bella chica en bikini (que resultó ser Lisa Hughes, una amiga del guitarrista Stephen Carpenter). “Cuando llegamos al estudio no teníamos idea de que dirección queríamos seguir, no teníamos un plan para el disco, ni una línea estilística, pero cuando empezamos a grabar, vimos que las canciones iban encajando entre si naturalmente, y ahí todo cobró sentido” dijo el vocalista Chino Moreno recordando los días de grabación de la placa, donde se pueden percibir influencias tan eclécticas y dispares como Korn, Faith No More, Helmet, Depeche Mode, Sade y The Cure.

De la mano del gran Terry Date (productor de Pantera), el vocalista Chino Moreno, el guitarrista Stephen Carpenter, el bajista Chi Cheng y el baterista Abe Cunningham (el tecladista y tornamesista Frank Delgado sería incorporado como miembro oficial en 1999, a pesar de que participa en el disco como músico invitado), Deftones le agregaron a la base de su sonido una cuota de samples electrónicos y un velo de melancolía y sensualidad en la susurrante forma de cantar de Moreno, que se hizo característica en su música, todo eso arropado por la pesadez de los cortantes riffs de guitarra. Canciones como ‘My Own Summer (Shove It)’ para la cual se hizo un gran video clip donde la banda sale tocando en unas plataformas sobre el mar y rodeada de tiburones, el que tuvo un gran impacto en MTV; ‘Mascara’, ‘Around The Fur’, ‘Be Quiet And Drive (Far Away)’ y ‘Headup’ se transformaron en himnos indelebles para una nueva generación y la participación de Max Cavalera metiendo voces en el disco, indicaba lo enganchado que estaba el astro brasileño con el estilo. La participación de la banda en el mítico Ozzfest, el festival itinerante encabezado por Ozzy Osbourne, le permitió a Deftones masificar su nombre y pasar a ser una de las bandas nuevas más populares de Estados Unidos en ese momento.

Como curiosidad, la última canción de la placa ‘MX’ tiene una duración de 37 minutos, pero aquello es porque la canción termina a los 5 minutos y luego hay más de 21 minutos de silencio hasta que aparecen dos ‘hidden tracks’ o temas escondidos, que son ‘Bong Hit’ y ‘Damone’, una practica o juego que fue muy común en los 90’s aprovechando que la duración total de un CD era de 80 minutos. Desde entonces, Deftones ha pavimentado un camino solidísimo y que nos ha dejado grandes discos después de esta, su primera e influyente placa de éxito a nivel mundial.

 

 

1. Korn – "Korn" (1994)

 

La ley de vida indica que el que lo hace primero se lleva todo el crédito, por ello Korn siempre ha sido considerada como la banda pionera y responsable de poner en el mainstream y convertir en algo masivo al Nü Metal, y, por consiguiente, a su productor Ross Robinson como el maestro supremo del estilo, un tipo que vio todo el potencial de la banda y saltó a la fama junto con ellos.

Lo cierto en que en los 90’s la música pesada vivió uno de sus momentos más creativos con el surgimiento de nuevos estilos y géneros como el Metal Industrial, el Grunge, el Groove Metal y por supuesto el Nü Metal (o Aggro Metal como también se le conoció), y el disco debut homónimo de la pandilla de Bakersfield sentó las bases para toda la avalancha de bandas del género que vinieron después. “Tuvimos varios ofrecimientos de contratos discográficos, pero firmamos con Immortal/Epic Records porque ellos nos daban absoluta libertad creativa sobre nuestra música” cuentan los miembros de la banda. Y esa libertad, se ve reflejada en un disco grandiosamente retorcido desde la portada misma, con esa inquietante imagen donde vemos a una sombra acosando a una niña en un columpio, y que posee varios mensajes semiológicos detrás; y donde el D-tuning o afinación baja y grave en Re, el uso de guitarras de 7 cuerdas y los ritmos sincopados, le dieron el marco sónico característico y reconocible a la banda y, por ende, a este nuevo estilo.

Era cosa de escuchar el grito de guerra de Jonathan Davis al incio de ‘Blind’, esa marca registrada que dice ‘Are You Ready?!’ para saber que una nueva ola revolucionaría la música Heavy, y donde los nombres de Davis, junto al de los guitarristas James ‘Munky’ Shaffer y Brian ‘Head’ Welch, el bajista Reginald ‘Fieldy’ Arvizu y el baterista David Silveria, quedarían grabados a fuego a través de canciones icónicas, densas y explosivas como ‘Clown’, ‘Faget’, ‘Shoots And Ladders’ y ‘Daddy’, cuyas temáticas denunciaban gravísimos problemas sociales como el abuso de niños, la drogadicción y el bullying, quizás por ello Korn se convirtió en “la voz” para todo una nueva generación de jóvenes que se sentían marginados y excluidos de la sociedad y pasaron a ser la banda de cabecera de muchas comunidades escolares.

El hecho de que toda la banda viviera junta en una casa cuando estaban componiendo las canciones y que luego grabaran todos juntos los temas en el estudio, en vez de grabar cada instrumento y la voz por separado como habitualmente se hace, le da una aplastante sensación de unidad y cohesión a un disco que suena brutalmente lúgubre, oscuro y aterrorizador, de hecho ‘Fieldy’ el bajista de la banda, cuenta que en los primeros shows en vivo que hicieron abriendo para otros grupos, “más de una vez nos agarramos a combos con miembros del público que nos tiraban su mierda al escenario porque no les gustaba nuestro sonido tan rupturista y diferente a lo que ellos conocían”. “Estábamos dispuestos a patear cada culo que fuera necesario hasta que el público nos aceptara” agregó al respecto el vocalista Jonathan Davis.

Que el disco vendiera 3 millones de copias en Estados Unidos siendo un álbum debut, no dejó indiferente a nadie, por lo que no fue extraño que grupos como Sepultura, Machine Head y Slipknot se vieran fuertemente influenciados por este nuevo sonido y contrataran al maestro Ross Robinson para que le produjera sus respectivos discos, lo que a todas luces habla de la relevante influencia de Korn y su brillante disco homónimo que los metió entre los grandes de la historia para siempre.