Nothing: la gran catarsis Vértigo, distorsión e intensidad a flor de piel Jueves, 04 de Mayo de 2023 Miércoles 3 de mayo, 2023 Club Subterráneo Revisa la galería de imágenes AQUÍ. En una reciente conversación que Rockaxis tuvo con Domenic Palermo, el músico se mostró sorprendido de lo mucho que se demoraron en venir a esta parte del continente. “Es difícil lograr que una banda como nosotros vaya a Sudamérica”, nos contaba, “creemos mucho en el DIY, trabajo directamente con las agencias en cada país para llevar a cabo los shows, no siempre recibimos grandes beneficios financieros”. Y claro, hacer todo a pulso es un desgaste, llevar la bandera del “Hazlo tú mismo”, con los riesgos que eso implica, no es una pose, es toda una apuesta. Por eso, tener a Nothing tocando en Chile es un motivo suficiente para sentirse alucinado y se esperaba que el público tuviera una respuesta acorde para que esta no fuera la última vez. Esta visita se enmarcó en la presentación de “The Great Dismal” (2020), producción lanzada en plena pandemia por Relapse Records, sello asociado casi siempre al Metal, pero que asumió la aventura de comprometerse con una banda como Nothing desde su primer largo en 2014. Y es que, en estos casi diez años, la banda ha sabido ganarse el respeto de fanáticos de varios géneros disco tras disco, superando todas las dificultades que se les han presentado y es justo este último registro que los hizo llegar a otra etapa de visibilidad. De hecho, su pesadez es tan atractiva que logra encapsular muy bien a este mundo caótico que estamos viviendo. Sin tener banda soporte, el cuarteto estadounidense apareció en el escenario para arrancar el concierto con dos canciones del “The Great Dismal” (2020): ‘Say Less’ y ‘April Ha Ha’, esta última poseída por el espíritu de ‘Only Shallow’ de My Bloody Valentine. Desde el principio, se pudo apreciar que la descarga de energía iba a ser total, tanto de la banda como de la gente. El poema de Richard Brautig que reza “it’s so nice to wake up in the morning, all alone and not to have tell somebody you love them when you don’t love them anymore” anuncia la llegada de ‘Hymn to the Pillory’, envuelta en un angelical manto de reverb que se deja esperar hasta que el rasgueo del guitarrista Doyle Martin y la voz de Palermo nos dejan flotando solo para hacernos caer en un reventón de aquellos. Martin pasa de los susurros y de un movimiento rápido de muñeca a la espesura de ‘Fever Queen’, lánguida, profunda y arrastrada, pero letalmente hermosa. La vibra cambia con ‘Zero Day’, que muestra a un Zachary Jones voluminoso tras la batería Tama, los platillos reciben toda su contundencia y musculatura para que el track tome una distancia sideral con su versión de estudio. Se contrapone a ‘The Dead Are Dumb’, que vuelve a dejarnos en transe con un ritmo constante que fluye sin parar. Al centro de todo está Christina Michelle, bajista de uñeta potente y de energía vibrante en ‘Chloroform’, intercalando entre saltos, headbanging y movimientos danzantes dejándose llevar por el ritmo. Mirando hacia el escenario, Palermo se ubica al lado derecho, su voz siempre ensoñadora encuentra curso con una guitarra oceánica en el momento más revelador del concierto: ‘The Carpenter's Son’. El foco le llega directamente mientras estira las palabras sumergido en la tranquilidad de una canción mágica y de largo aliento que nos arrastra al vacío superando los 15 minutos. Toda la interacción se construye en base a la música, un solo saludo al principio y los agradecimientos clásicos. “Muchas gracias por venir, sólo quiero decir que hace tiempo que estamos tratando de venir y esto significa mucho para nosotros”, comentó. Lo demás fue una montaña rusa con las emociones subiendo, bajando, girando y poniéndose de cabeza hasta llegar a ‘Famine Asylum’ y ‘B&E’, estrellándonos de frente con el final de una primera parte que no tuvo fisuras. Durante todo el trayecto, los apoyos visuales fueron claves para meternos de lleno en la atmósfera de la banda. Volcanes, saltos al vacío y autos chocando en lo que parecía ser una cinta de VHS de baja calidad, muy vintage y ondera, adornaron los pasajes de ruido nos hacían viajar sin rumbo con el único fin de hacer estallar nuestros oídos. A los pies de la banda, un público muy prendido y joven recibió cada uno de los cortes entregándose en cuerpo y alma, con cantos, saltos y hasta pogos en las partes más exaltadas del show. De hecho, la confianza fue tal que los apodaron “Nada”, haciendo referencia a la traducción literal del nombre de la banda. El chiste se vio reforzado por el increíble merch a la entrada con la leyenda “Nada - Que te mejores”, parodia de su misma polera “Nothing - Get Well”, usada, por ejemplo, por el mismísimo John Dyer Baizley de Baroness. A la vuelta de la pausa, Palermo bromeó con la cantidad de pisco que le dieron en Chile. “Soy bueno para tomar, pero si me tomara todas las botellas de pisco que me han regalado, probablemente moriría”, dijo entre risas y prometió volver pronto. Este pacto sanguíneo entre Nothing y su público nacional se cerró con una dupleta que arrancó con la Nirvanesca ‘Vertigo Flowers’, en la que varios se encaramaron para tratar de subir al escenario, misión abortada de inmediato por los guardias del recinto, y finalizó con ‘(HOPE) Is Just Another Word With a Hole in It’, hundiéndonos en un caos sonoro de proporciones salvaje que terminó este periplo en el que cada uno de sus discos se vio representado de manera equilibrada. El shoegaze siempre se ha caracterizado por su belleza inestable. Sus capas, sus altos niveles de ruido y sus voces etéreas nos llevan a estados perceptivos distintos al de otras músicas. A veces es difícil encapsular este sentir en palabras, pero conciertos como el que Domenic Palermo y sus secuaces nos brindaron hacen que estas salgan de la cabeza con la misma fuerza apabullante que ataca desde los parlantes. Esta música es súper emocional, por lo tanto, la reacción que provoca en los sentidos es importante y el cuarteto lo sabe manejar al dedillo. Nos regalaron una gran catarsis, nos llevaron en una nebulosa sónica que nos comió por dentro como gusanos hambrientos de distorsión. La espera valió la pena y todo indica que esta velada puede ser solo el principio de un lazo duradero. Nothing supo fabricar una noche en que el vértigo y la intensidad estuvieron a flor de piel, y eso debe tener una continuación. Pablo Cerda Fotos: Thomas Moraga Tags #Nothing #Domenic Palermo Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Rock Clásicos Deep Purple Sábado, 03 de Junio de 2023 Rock Articulos ¿Cómo se suelen patrocinar y financiar los conciertos en Chile'' Viernes, 02 de Junio de 2023 Rock Noticias Rockaxis te invita a Tom Morello en Chile Viernes, 02 de Junio de 2023 Rock Discos Foo Fighters Viernes, 02 de Junio de 2023 Rock Noticias Concurso cerrado: Rockaxis te invita al estreno de la nueva ''Transformers'' Viernes, 02 de Junio de 2023 Rock Noticias Metallica llevará su nuevo show a los cines Viernes, 02 de Junio de 2023 Rock Noticias Nuevos lanzamientos: Noel Gallagher, Avenged Sevenfold, Empire State Bastard Viernes, 02 de Junio de 2023 Rock Noticias Nano Stern presenta su tributo a Víctor Jara Viernes, 02 de Junio de 2023